El Don de la vida

El Don de la vida
El Don de la vida

Hoy más que nunca, tenemos que saber dar gracias a Dios cada día por el don de la vida. La nuestra y la de los demás. El poder levantarnos, abrir los ojos cada mañana, soñar, aprender, amar, disfrutar, vivir… eso lo resume todo: VIVIR.

Aprender a ser agradecidos, saber tener un gesto, una palabra, reconocer a quienes han sabido dejar una huella importante a lo largo de su vida. ¡Cuántas personas! Nuestras familias, cuantos desvelos, cuanto cariño no habremos recibido y la mayoría de nosotros, seguimos recibiendo…

No lo demos por hecho como si fuese una obligación, es algo más: Es saber salir de sí mismo, para darse, para encontrarse con el otro.

Cuantas personas no se habrán cruzado hoy en nuestra vida: un vecino, panadero, en el supermercado… y de todos ellos, estoy segura que hemos recibido una palabra, un gesto…

No olvidemos que la vida es un regalo, no una obligación. Seamos conscientes de lo que eso significa. Aprendamos a dar gracias por esos pequeños detalles cotidianos que la mayoría de las veces nos pasan tan desapercibidos…

Pensemos en esos lazos que se van entretejiendo con el paso de la vida y que son importantes saber reconocerlos y agradecerlos con pequeños detalles.

Si somos capaces de actuar así, estoy segura que nuestra mirada hacia el otro tendrá un color diferente y eso, nos ayudará a la construcción de un mundo más humano, más solidario y feliz…

Volver arriba