8 DE FEBRERO: JORNADA MUNDIAL DE REFLEXION Y ORACION CONTRA LA TRATA DE PERSONAS

8 DE FEBRERO: JORNADA MUNDIAL DE REFLEXION Y ORACION CONTRA LA TRATA DE PERSONAS
8 DE FEBRERO: JORNADA MUNDIAL DE REFLEXION Y ORACION CONTRA LA TRATA DE PERSONAS

Queridos amigos que compartís conmigo este minuto: Este día me llega muy al corazón, muy a las entrañas, porque estamos hablando de personas, y no de cualquier persona, sino con una vulnerabilidad especial por su situación económica, dependencia o marginación.

Todos sabemos que las mujeres y los niños son el principal objetivo de éste trafico porque pertenecen a sectores sociales “invisibles” por su falta de recursos en todos los sentidos.

Cuando hablamos de trata, estamos hablando de secuestro, abuso, fraude, engaño y así podríamos seguir poniendo calificativos. Pero, ante todo, de PERSONAS, no lo olvidemos. Y si esto existe, es porque hay una demanda y la hay, porque detrás esconde un negocio multimillonario como puede ser el de las armas o droga. Una vez mas el dios dinero manda…

Todos sabemos de su existencia. Hoy nos lo recuerdan especialmente los medios de comunicación, y lo tenemos más presente, pero mañana ya no será noticia. Nosotros seguiremos con nuestras inquietudes cotidianas y pasaremos página. Olvidaremos que hay mujeres con una familia detrás: padres, hijos etc. que son tratadas como mercancía, compradas y vendidas una y cientos de veces, atentando contra su dignidad como personas. Atrapadas en una red difícil de salir, anuladas y culpabilizadas totalmente, llegando a creer que solo sirven para eso.

Ante esto, parece que la sociedad ha decidido no ver, ni tan siquiera mirar y a esto añadimos su agravamiento por el momento en el que nos encontramos de pandemia, debido al confinamiento, todo es más oculto…

Seguro que ya no las vemos en las calles como antes, ¡siguen estando! pero han pasado a ejercer en los pisos y eso hace que el problema se invisibilice aún más si cabe.

Todos sabemos lo que hay que hacer en una sociedad cuando algo no nos gusta, pero hay que querer… hay que implicarse…

No podemos acostumbrarnos a ello. El cambio es una implicación de TODOS. Tenemos que dejar de pensar en singular para hacerlo en plural. De esta forma es como conseguiremos hacer un mundo más humano en todos los sentidos.

¿Si esa mujer que ves en la calle y que “te molesta” fuera tu madre, tu hermana, tu hija… actuaríamos igual que lo estamos haciendo? Pensémoslo…

Volver arriba