Huellas en el alma

Huellas en el alma
Huellas en el alma

Dicen que las heridas del corazón se curan, pero yo no estoy muy de acuerdo. Cuántas veces hemos oído: “El tiempo todo lo cura”, puede ser, pero no del todo. No vale tomarse un paracetamol (ahora que está de moda tomárselo para todo), el corazón no se cura con eso porque todo lo que es importante siempre marca, deja una huella, que con el tiempo, puede que vaya disminuyendo, pero solo puede… porque está ahí…

El recuerdo de lo vivido, de lo sentido permanece, es verdad que hay que seguir adelante. La vida, el dolor, te obliga a ello, aunque eso sí: con la lección aprendida.

Aprender de los momentos difíciles, madurar, a la fuerza, sí, pero madurar… y en ese camino estoy segura de que Dios tiene y hace su parte.

Cuando nos cueste seguir caminando, no dudemos en intentar buscar un horizonte que nos ayude a vivir. Es necesario tropezar y también gritar y protestar cuando haga falta, pero sin olvidar que SIEMPRE hay una mano que nos sostiene, aunque no la veamos, no importa porque está… Es como el viento, no lo vemos, pero está, porque lo sentimos…

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