Cuando nos encontramos con este tipo de personas en nuestro camino, parece que se nos abre un poco la paleta de colores en la vida y que lo negro es menos negro y pasa a ser gris…

Todos conocemos a personas que son agradecidas por naturaleza, tienen una manera diferente, cualquier pequeño detalle, la palabra GRACIAS, siempre está en sus labios.

Si pensamos un poco, todos tenemos cientos de motivos a lo largo del día para dar gracias: desde poder levantarnos por la mañana, abrir un grifo de agua y tener no solo agua, sino ¡caliente!, hasta una mirada, un abrazo, una mano tendida…

Es importante aprender a ser agradecidos porque quien no se da cuenta de lo que recibe, nunca será capaz de dar nada ya que todo lo verá como una obligación.

Valoremos aquello que se nos da y agradezcámoslo con el corazón y con la palabra. Eduquémonos en el agradecimiento. Es impórtate darse cuenta de las cosas y saber valorarlas.