Hace unos días Angela Merkel se despedía de su cancillería con esta frase que da pie a este compartir.

Pocas veces hemos oído a un político hablar así. Normalmente, todos, sean del color que sean, lo primero que hacen es mirar por ellos, intentar conseguir votos, mantenerse en el poder, pero pocos, o ninguno, son capaces de mirar por sus ciudadanos.

Los problemas son comunes para cualquier país: aumento de pobreza, cambio climático, pérdida de derechos etc… Somos los ciudadanos, desde la solidaridad, los que conseguimos paliar en gran parte las necesidades de nuestros hermanos. Los gobiernos prometen, pero sólo son palabras que la mayoría de las veces no conducen a nada.

Hay una frase que intento cada día llevar a la práctica a la hora de actuar o hablar y es procurar ponerme en el lugar de los demás. Cuando no somos capaces de vivir desde ahí, desde el otro, el dolor y el sufrimiento del prójimo crecen, aumentan. Algo que está pasando en tantos países con tantos hermanos nuestros.

Cada día es una nueva oportunidad que se nos regala: ¡aprovechémosla! Parémonos y pensemos: qué haría yo si esta situación la estuviese viviendo yo o los míos, ¿actuaría de la misma manera? Estoy segura de que no…

No es difícil si cada uno nos esforzamos en poner un poco de nuestra parte, si dejamos de ser “yo” para ser “el otro”. Nosotros.

Cada decisión que tomamos tiene un precio mayor o menor en nuestra vida y la pregunta es: ¿estamos dispuestos a pagarlo o preferimos vivir como lo estamos haciendo, como si no existiese un mañana, sin complicarnos la vida?... Piensa que el “otro” un día puedes ser tú…