| Ana Bou
Hoy me asaltaba un interrogante, me preguntaba cómo ser capaces de mirar al futuro si ni siquiera tenemos seguro el presente…
Tenemos una inseguridad laboral, proyectos que quizá nunca lleguen a cumplirse, personas que creías que podías contar con ellas y te das cuentas de que no es así. Pero a pesar de todo, a pesar de la complejidad del momento que cada un@ pueda vivir, no dejemos de confiar, de ser capaces de mirar siempre hacia delante. Es verdad que nunca nos faltaran las desilusiones o los esfuerzos inútiles, pero también historias que merezcan la pena, personas, encuentros que nos ayudaran a mantener la mirada puesta en la esperanza, en el más allá. No olvidemos que las espinas, las piedras, las decepciones, siempre nos las encontraremos en el camino, pero también rosas y manos tendidas dispuestas a acompañarnos. Por lo tanto, lo importante es seguir, saber superar el desierto convencidos de que nos espera un vergel, porque siempre habrá personas dispuestas a tendernos la mano para no perder de vista ese horizonte, con un corazón abierto a nuevos proyectos y oportunidades. ¡No lo olvidemos!