A quien le importa

A quien le importa
A quien le importa

No sé cómo expresar todo lo que fluye en mí, demasiados sentimientos difíciles de plasmar, pero llevo una semana con el corazón encogido por tantos acontecimientos. Uno de ellos es lo que estamos viendo en los medios de comunicación sobre nuestros hermanos de Marruecos. Sé que habrá pensamientos de todo tipo y que quizá no estéis de acuerdo conmigo, pero pensad por un momento que uno de ellos sea vuestro hijo, marido o hermano.

Su único pecado es buscar una vida digna, un trabajo para poder vivir medianamente como tu o como yo. Esto me lleva a pensar: ¿por qué nosotros sí y ellos no? Nadie nos ha preguntado donde queríamos nacer. Lo hemos hecho aquí, en Europa, pero lo podríamos haber hecho en la India, África o tantos lugares de la tierra. Ellos sólo son un nº y cuando no les ponemos rostro, ni nombre, todo cambia. Pero no olvidemos que son personas, con sentimientos, que sufren, con un corazón como tú y como yo.

Quizá su muerte en este mar donde tantas veces nos hemos bronceado o bañado, sea el final de tantos fracasos, agotamientos o derrotas de alguien que partió con una esperanza y que lo único que encontró, si es que llegó a nuestras costas, fue más pobreza y soledad de la que ya traía…

Uno más de tantos, pensareis… pero no es uno más. Tienen un nombre, una historia, “su historia” y no como la nuestra. Es una persona… Una como tantas otras que espera que alguien le tienda una mano, que le pregunte su nombre, que le diga: ¿Cómo estás?, pero eso no importa.

En ocasiones, el egoísmo o la reiteración de las mismas noticias, nos hacen insensibles, nos acostumbramos a las cifras y eso no es bueno…

Quizá pasó a nuestro lado, pero nos cruzamos de acera. Sé acercó a nosotros, pero no le entendíamos, nos dio miedo y salimos corriendo, o tal vez exigimos y pedimos a las autoridades que “esa gente” se marche  de nuestras ciudades…

Cuanta impotencia, que desgarramiento interior… dejar madre, padre, mujer, hijos, no lo sé… pero su invisibilidad duele.

El mundo está demasiado herido y quizá después de cruzar tantas fronteras, se quedó a las puertas de la última, esperando una mano que nunca le tendieron o un abrazo que nunca llegó…

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