Una interpelación

Llega a mis manos un comunicado de dos Obispos pidiendo el cese de las armas nucleares a EEUU, me pregunto si en España, nuestros Obispos cederían algo de su limitado tiempo para estas cosas.
Con todo ello cómo no recordar a Japón cuyo país fue víctima de ello ¡cuanto dolor y muertes absurdas..!, pero las personas somos así, o mejor, el mundo, la sociedad nos hace ser así, porque por naturaleza el ser humano es solidario con un buen corazón, pero a veces el egoísmo y el poder nos lleva a actuar de forma imprudente.
No recuerdo exactamente lo muertos que pudo causar, pero fácilmente puede que llegaran a cien mil y lo peor de todo es que hoy aún hay gente que sigue siendo victima tanto física como espiritualmente de esos acontecimientos.
Se nos regaló un cerebro y un corazón para trabajar por un mundo cada vez más justo y humano, pero no siempre esos progresos científicos y tecnológicos son los más adecuados, porque muchas veces utilizamos nuestra sabiduría para la destrucción de vidas humanas y una vez más, tenemos que aludir al dios culpable de todo: don dinero, don poder… las ganancias que se pueden obtener con la fabricación de armamento pueden ser indescriptibles…
Quizá en este momento estemos hablando de más de 20.000 armas nucleares en todo el mundo, ¿el fin? Mejor no imaginarlo…
Nadie deseamos vivir en un mundo donde lo que predomine sea el dolor, la ingratitud o el “ojo por ojo”, sino todo lo contrario, pero ello es tarea de todos, no solo de los gobiernos.
Apostemos por la paz, el amor, la solidaridad, la justicia, estoy convencida que seremos más felices viviendo en un mundo mas justo e igual para todos.
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