Todos conocemos lo que significa el poder, algo que cada vez está más insertado en nuestra sociedad. Lo encontramos en cualquier sitio: instituciones, sociedad, personas… todo ser humano tiene su “ego” en mayor o menor medida, pero el problema es, el cauce que le damos, cómo lo utilizamos.

Para que el mundo, la sociedad funcione, tiene que existir una organización, unas responsabilidades, atribuciones etc., pero quien las ejerce, la mayoría de las veces juega con fuego y más de las veces que queríamos, nos quemamos…

Cuando lo ejercemos, cuando tenemos ese poder en mayor o menor medida, es como si olvidáramos lo que hemos sido y de donde procedemos. el dios dinero, el dios poder seduce y envuelve a quien lo tiene a veces sin ser conscientes. La vida, las nuevas amistades te van llevando a dejar de ser tu para ser como el otro quiere, para entrar en el estatus del otro.

Seguro que todos conocemos personas en un ámbito u otro de la vida que se han dejado seducir y envolver por el poder, pero también está el lado opuesto, véase el ejemplo del Papa Francisco, Nelson Mandela, Òscar Romero y tantísimos más que todos conocemos…

No utilicemos el poder para someter al que piensa distinto porque es demasiado fácil dejarnos llevar por el…