La paz no sabe de fronteras

| Ana Bou
Seguro que todos tenemos la experiencia de personas que pasan por nuestra vida y muchas veces, sin ser ellas conscientes, nos dejan una huella difícil de olvidar. Una de esas personas que pasó por la mía fue Federico Mayor Zaragoza.
No sé por qué, llevo días recordándole de una manera especial. Gran amigo de sus amigos, con el que tuve la gran suerte de compartir muchas cosas. Lo tengo especialmente presente porque estamos con la esperanza de que llegue la paz a Gaza. De que después de mucho tiempo, podamos dejar de hablar de destrucción y muerte.
Federico decía que la paz es cultura, pero parece que lo olvidamos o que no nos interesa. Amig@s, ¡Cuánto invertimos en armamento, en compra y venta de armas, y qué poco, en intentar hacer un mundo más humano, donde todos tengamos cabida y podamos vivir en paz y armonía!…
Él ha dedicado gran parte de su vida a ese menester, y bien orgullosos podemos estar los que hemos tenido la suerte de tratarle, porque nos ha dejado un legado, que ahora nos toca seguir construyendo. Un camino que tenemos que labrar, cultivar, preparar para las próximas generaciones.
amig@s la generosidad, la solidaridad, siempre unen, tiende puentes porque busca el bien común.
Todos lo hemo visto en las grandes tragedias que nos ha tocado vivir, tanto naturales como de otro tipo. Es verdad que somos insignificantes, que el ciudadano anónimo, como tal, somos solo una pequeña gota en el universo, pero unidos, formamos el mar., Y todo, por pequeño que parezca, contribuye a que la vida sea algo más humana y diferente y eso, nos tiene que realizar como personas y sentirnos orgullosos. Pensémoslo por unos minutos…