“No puedo respirar”

“No puedo respirar”
“No puedo respirar”

Se llamaba George Floyd, tenía una vida por delante, 2 niñas y una nieta… pero le cambió para él y para los suyos en cuestión de segundos… y me pregunto: ¿Cuál fue su delito? ¿Acaso nacer negro? ¿Qué nos está pasando?...

En pleno siglo XXI seguimos discriminando a las personas por el color de su piel, ¿por qué? ¿Qué le pasa al ser humano? ¿Hasta dónde somos capaces de llegar? Estas son una de las muchas preguntas que se me agolpan sin respuesta…

Apenas podía hablar, no tuvo opción de poder dar una explicación. Era negro. Esa era la explicación… aplastado, maniatado, como puede, implora clemencia: “No puedo respirar por favor”…

Al otro lado: un hombre blanco, respaldado por su uniforme, apoyado por su presidente y orgulloso de lo que está haciendo… ¡¡¡ sirviendo y protegiendo a su país!!! Increíble….

Gracias al impacto mediático (pero sólo gracias a eso) es acusado de asesinato y destituido de su cargo ¿y qué? Seguimos sumando a la lista…. ¡¡¡despertemos de una vez!!! No podemos dejar que sea noticia por un día y luego ¿Qué? ¿Esperar al siguiente?...

Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, ¿Qué valores estamos inculcando a nuestros jóvenes?

No podemos seguir tolerando esto, alimentando este odio ¿A dónde nos lleva?...seguimos poniendo vayas, permitiendo la muerte de cientos de personas en nuestros mares. Personas muriendo por un plato de comida, por una vida digna, por un trabajo…

La vida es finita hermanos, es efímera, podrás vivir unos años más o menos, pero al final te examinaran del amor, es lo único que importa. Tuve hambre y me disteis de comer… (Mt 25) seguro que todos los conocemos, pero creo que lo hemos leído tantas veces que nos pasa inadvertido…

Es hora de despertar…No podemos dejar una sociedad vacía, sin valores, alimentada por el dinero y el poder para nuestros hijos, ¿ésa es nuestra herencia? ¿Ese es el futuro que queremos?.... ¡abramos los ojos y el corazón! El odio y la venganza no nos llevan a ningún sitio.

Aprendamos a extender la mano al hermano y caminar juntos. Ésta será nuestra mejor herencia…

Volver arriba