Querid@s amigos que compartís conmigo este minuto. ¡Feliz año Nuevo!

Durante este tiempo vacacional se nos ha ido alguien muy grande por dentro y por fuera. Como persona y como teólogo, que seguro, la mayoría de vosotros conocéis: me refiero a José Mª Castillo. Alguien a quien yo personalmente tengo que agradecer mucho el ser como soy. Aprender a vivir mi fe desde abajo, dejando a un lado tanto norma y tanta regla e intentando extender mi mano a quien lo pueda necesitar, como lo hacia él y otros como él, que he tenido y tengo la gran suerte de tener muy cerca y como por supuesto, nos enseña desde el Evangelio…Esto simplemente pretende ser una pequeña introducción pero sentida…

Cuando empieza un año nuevo todo son saludos y buenos deseos hacia los demás, no es algo que yo haya descubierto ahora… pero lo que está claro es que empezamos el año tal cual lo terminamos, o peor: Siguen las guerras, el hambre, el egoísmo, las injusticias, pero creo, que solo estaría en nuestras manos que ese “feliz año” que nos deseamos, sea de verdad algo mejor… Es verdad que no todo está en nuestras manos, pero hagamos lo posible por cambiar lo que sí está, empezando por lo que tenemos más cerca que es lo que podemos cambiar…

Intentemos a lo largo de este 2024 construir entre todos un mundo más solidario, donde la justicia y la paz dejen de ser bonitas palabras y empiecen a ser algo mas y no solo hagamos un cambio de año o de dígitos, sino que de verdad podamos decir ¡FELIZ 2024! con lo que eso significa y dejar que sea una mera frase hecha…