La Presentación de Jesús en el Templo y Purificación de María Día de Las Candelas

Día de Las Candelas
Día de Las Candelas

María y José llevan a Jesús al Templo de Jerusalén y según la costumbre ofrecen como rescate dos tórtolas (era la ofrenda de los pobres). Se dan también los episodios, sobradamente conocidos, del anciano Simeón y la Profetisa Ana.

Hoy celebra la Iglesia la fiesta de la Presentación del Señor y Purificación de María, festividad que se suele confundir con la circuncisión, siendo así que se trata de acontecimientos diferentes, pues aquella tuvo lugar a los 8 días de nacer, en cambio ésta fue a los 40 días.

María y José llevan a Jesús al Templo de Jerusalén y según la costumbre ofrecen como rescate dos tórtolas (era la ofrenda de los pobres). Se dan también los episodios, sobradamente conocidos, del anciano Simeón y la Profetisa Ana.

Es preciso aclarar que, según la costumbre en Israel, todo hijo primogénito debía ser ofrecido al Templo y para “rescatarlo” había que presentar una ofrenda (adecuada al nivel económico de los padres).

Así mismo las mujeres, según la ley judía, tenían que pasar por un rito de purificación, una vez transcurrida la cuarentena después del parto, cosa innecesaria en el caso de María, debido a la milagrosa concepción de su Hijo, sin haber tenido contacto con varón.

Fiesta de la presentación

Con respecto a la Fiesta actual de las Candelas, muchos pueblos conservan celebraciones especiales en este día. Todas tienen como base la luz de las candelas y la purificación con el fuego. Es muy famosa la fiesta de La Candelaria, Patrona de Tenerife. Todas ellas tienen su fundamento en considerar a Jesús como “La Luz del mundo”.

REFLEXIÓN DESDE EL CONTEXTO ACTUAL

María y José quieren ajustarse en todo momento a la ley y comportarse como un matrimonio “normal”, aceptando todas las normas, tanto religiosas como sociales, de su época. De ellos los hombres de hoy debiéramos aprender a no escaquearnos de cumplir, incluso nuestras obligaciones con el fisco, pues viviendo en sociedad la carga que a ti te toca llevar si tu no la soportas se la endosas al vecino.

Las palabras del anciano Simeón: “Y a ti una espada te traspasará el alma”, debieron despertar en el alma de María sentimientos contradictorios y un anuncio de lo que habría de ser su vida en adelante; pero aun así ella nunca perdió la paz. De ella debiéramos aprender nosotros que enseguida perdemos los papeles, cuando las cosas no salen a nuestro antojo

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