Un santo para cada día: 13 de junio San Antonio de Padua

S. Antonio de Padua en la parroquia de S. Antón
S. Antonio de Padua en la parroquia de S. Antón

Canonizado el 30 de mayo de 1232 (fue el 2º Santo más rápidamente canonizado). Pio XII lo proclama Doctor de la Iglesia el 16 de junio de 1946

A este Santo, contemporáneo de San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán, gran orador y gran teólogo, le han llegado a calificar como el más grande taumaturgo de todos los tiempos, incluso poseedor del don de la bilocación.

Fernando Bulhoes y Tavero nació en un barrio de Lisboa próximo a la Catedral, entre 1188 y 1191 (según los autores). Se destacó desde niño por su gran devoción a la Santísima Virgen y a Jesús Niño. Como vivía cerca de la Catedral acudió a la Escuela Catedralicia y allí recibió un primer aprendizaje. Ya de adolescente ingresó en el monasterio agustino de San Vicente de Fora, en una colina a las afueras de Lisboa. Pasó allí dos años, yendo después a la Casa Madre en Coimbra, donde ingresó a los 17 o 18 años (según los autores). Allí se entregó a la oración y al estudio.

Como él deseaba ir a Misiones en África, pero esa Orden no las tenía, decide trasladarse al monasterio franciscano, cambiando su nombre de pila por el de Antonio. En el año 1220 vistió el hábito franciscano y se va hacia Marruecos, pero al llegar allí contrae una grave enfermedad que le retiene en cama un tiempo y deciden repatriarlo, pero una tempestad empuja la nave hacia Sicilia y se refugia en un convento franciscano cerca de Mesina.

Una vez recuperado acude al Capítulo General, presidido por San Francisco de Asís y después el Provincial de Romaña lo lleva consigo al Eremitorio de Monte Paolo. Allí vive solitario en una cueva, alternando con los actos comunitarios. En 1221 predica un sermón ante franciscanos y dominicos, quedando todos maravillados de su sabiduría. Entonces el Provincial decide dedicarlo al apostolado.

San Francisco de Padua, fundador de la Orden de los Mínimos
San Francisco de Padua, fundador de la Orden de los Mínimos

Lo envían primero a la Romaña, en la Italia Central, zona infestada por los herejes cátaros. De ahí pasa a Rimini, donde encuentra gran oposición y al ver que no quieren escucharle, se va a la orilla del mar y decide predicar a los peces; dicen que éstos sacaban sus cabezas del agua para escucharle. Esto lo presenció mucha gente. Va después a Bolonia, donde le nombran profesor de teología para los frailes más jóvenes. A continuación va a Francia, donde Santo Domingo combatía a los albigenses y allí predica y enseña en varias ciudades.

En el capítulo que se celebró en Asís el 30 de mayo de 1227 es elegido Ministro Provincial, cargo que desempeña hasta 1230. Después va al convento de Arcella, cerca de Padua y es tal el fervor que despierta, que tiene que salir escoltado y por la puerta trasera, porque la gente corta trozos de su hábito para guardarlos como reliquias-

Por fin, cansado y enfermo de hidropesía, se retira al Eremitorio de Camposampiero. En el bosque hay un gran nogal y pide que allí, en la copa le hagan una celdita. Las tórtolas y las alondras van todos los días a visitarle. Fallece con 35 o 36 años (según los autores), el 13 de junio de 1231, acordándose de su amada Padua.

Canonizado el 30 de mayo de 1232 (fue el 2º Santo más rápidamente canonizado). Pio XII lo proclama Doctor de la Iglesia el 16 de junio de 1946.

Es frecuente ver imágenes o cuadros de San Antonio de Padua con el Niño Jesús en sus brazos; esto es porque cuentan que una noche, no podemos precisar en cuál de los momentos de su vida, se le apareció el Niño Jesús, lo tomó en sus brazos y estuvo así con Él en sus brazos toda la noche.

Reflexiones desde el contexto actual:

Que carisma especial tendrá este santo que en tiempos como los nuestros  de agnosticismo y apatía religiosa, su popularidad no ha decrecido. S. Antonio sigue siendo el de siempre y a él acuden las gentes en tropel. Sus devotos, que siguen siendo muchos, no se cansan de decirle S. Antonio bendito que nunca nos falte tu bendición.

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