Un santo para cada día: 24 de agosto San Bartolomé apóstol

San Bartolomé apóstol
San Bartolomé apóstol

Según las fuentes más creíbles en el reparto hecho por los discípulos, a  Bartolomé debió corresponderle  llevar el evangelio  a tierras de la India, para pasar posteriormente a Armenia  y después de haber convertido a muchos gentiles recibiría un cruel martirio

Nos encontramos en los inicios de la vida pública de Jesús de Nazaret. El hijo del Carpintero ha abandonado su hogar y anda ocupado en seleccionar su cuadrilla por las orillas del mar de Galilea y las riberas del Jordán. Debía de ser una esplendorosa mañana de primavera cuando según el evangelista Juan,  se encontró al azar o intencionadamente con Felipe y sin mediar palabra le dijo “ Sígueme” y fue suficiente para que su corazón se llenara de gozo, como quien por mucho tiempo hubiera estado esperando esa invitación.

Felipe no puede esperar y va en busca de su amigo Bartolomé que andaba por allí sesteando debajo de la higuera. “Natanael , Natanael  hemos encontrado a Jesús hijo de José, de Nazaret.”  Y éste le contesta irónicamente:” ¿pero es que de Nazaret puede salir algo bueno?”  A lo que su amigo replica escuetamente “ ven y verás”  y el de Nazaret le recibe  con un cumplido de esos que te dejan desarmado.  “ He aquí, un verdadero israelita, un corazón leal y sin engaño “ ; pero aún así Natanael no las tiene todas consigo y se atreve a preguntarle “¿De dónde me conoces?” Es entonces cuando con una seguridad apabullante Jesús le dice: “ Antes de que Felipe  te llamase  cuando estabas bajo la higuera te he visto”  asombrado por este desvelamiento, Natanael se rinde  y humildemente reconoce “ Maestro , tú eres el Hijo de Dios ; tú eres el rey de Israel “ Jesús entonces le  tranquiliza diciendo “ ¿ porque he dicho que te vi debajo de la higuera has creído?Cosas mayores has de ver. En verdad te digo que veréis abrirse el cielo y a los ángeles  de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre”. Si reparamos bien en  estas palabras nos daremos cuenta que Jesús  da por hecho que le unirá al grupo de sus seguidores y que será testigo de sus andanzas.

Poco nos cuentan los evangelios de este personaje. Lo que sí podemos deducir  con argumentos concluyentes  es que Bernabé y Natanael son la misma persona. El nombre de Bernabé vendría a ser un patronímico, por el que se conocía a Natanael, de quien también se sabe que era oriundo de  Caná y como el resto de los apóstoles acompañó al Maestro  por los pueblos y las sinagogas , con él recorrió los caminos y cruzaría el mar de Galilea y se admiraría de los prodigios que iba haciendo , el primero de todos  habría de realizarlo precisamente en el pueblo donde él había nacido en presencia de sus paisanos, con motivo de la celebración de una boda, donde los invitados se habían quedado sin vino y tuvo que intervenir Jesús, a instancias de su madre, para deshacer el desaguisado, convirtiendo el agua en vino. Fueron tres años inolvidables al lado del Maestro, donde fue aprendiendo  sus enseñanzas  y también a abrir su corazón a la gracia, teniendo a su lado al dispensador  de ella  y por fin habría  de recibir la potestad para  ejercer en su nombre el ministerio sacerdotal.

El martirio de San Bartolomé, antes y después de la restauración
El martirio de San Bartolomé, antes y después de la restauración

Sobre todo Natanael fue testigo de un hecho memorable. El domingo por la tarde  estando todos reunidos en el Cenáculo por miedo a los judíos , aparece Jesús para decirles  “ La paz sea con vosotros.Soy yo; no temáis. Mirad mis llagas”.  y  Bartolomé   volvió a recobrar la calma al saber que el Maestro permanecía  vivo entre ellos, hasta que llegó la hora definitiva en que Jesús les condujo al Monte de los Olivos y allí les dio las últimas instrucciones, dejando su obra entre sus manos porque había llegado la hora de regresar al Padre. Ahora quedaba por cumplir el mandato del Maestro de desparramarse por todo el mundo a predicar el evangelio de salvación.

Según las fuentes más creíbles en el reparto hecho por los discípulos, a  Bartolomé debió corresponderle  llevar el evangelio  a tierras de la India, para pasar posteriormente a Armenia  y después de haber convertido a muchos gentiles recibiría un cruel martirio.  Por orden del  rey Astriges sería despellejado y posteriormente decapitado. En la representación que Miguel Ángel  hace del Juicio Final en el techo de la Capilla Sixtina aparece el Apóstol con su propia piel entre las manos.

Reflexión desde el contexto actual

Lo que nos ofrece Bartolomé  testimonialmente es  sobre todo su disponibilidad personal. Esa disponibilidad que tanta falta nos hace a los cristianos para entregarnos del todo.  En su primer encuentro con Jesús pocas palabras hicieron falta para que este hombre de espíritu generoso se pusiera a disposición del Maestro, olvidándose de todo para seguirle. Se cumplirían así las palabras premonitorias de Jesús “He aquí, un verdadero israelita; un corazón leal y sin engaño”. ¿Acaso el reto del cristianismo actual no viene dictado por una  mayor exigencia de autenticidad?

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