Se le conoce como “el apóstol de Roma”. Su principal objetivo son los pobres los humildes, los jóvenes abandonados, los enfermos de los hospitales, los marinados y los peregrinos.

Nace en Florencia el 21 de julio de 1515. Su padre, Francesco Neri era notario. Su madre, Lucrezia Mosziano, fallece siendo él muy pequeño. Su padre contrae segundas nupcias y su madrastra le trata con cariño. Se sabe poco de su infancia, solo que estudió en el monasterio de San Marcos de los Padres Dominicos. Le gustaba la poesía y la música.

Hacia 1532, cuando tiene 17 años, abandona su hogar para ir a ayudar a un tío suyo, que es comerciante y vive en Germano, un lugar próximo a Montecasino. Sus mayores aficiones eran irse a rezar a una ermita cercana. Su tío se queja de que los negocios no parecen ser el móvil de su vida.

A los 20 años se marcha a Roma. Allí estudia Elocuencia, Filosofía y Teología. Su situación económica es bastante precaria y para sufragarse los estudios se ve obligado a dar clases y tiene la suerte de que un compatriota suyo, Director de Aduanas, le hospeda gratis durante 14 años.  Continúa con su vida de oración, ayunos y penitencias.

Una vez terminados los estudios se entrega de lleno al apostolado, de hecho se le conoce como “El Apóstol de Roma”, porque se entrega en cuerpo y alma a ejercer la caridad, con todos aquellos que necesiten ayuda, pobres, enfermos, marginados, etc. Se une a varias Asociaciones Benéficas, hasta que, de común acuerdo con su confesor, fundan entre los dos  una pequeña Comunidad de Sacerdotes, a la que llaman “Confraternidad de la Santísima Trinidad”,  posteriormente conocida como el “Oratorio”. Su campo de apostolado se va extendiendo y llega ser “La cofradía de los pobres”, para atender a peregrinos y convalecientes.

Por fin en 1551, cuando ya tiene 36 años, se decide a ser ordenado Sacerdote, pero empieza a tener problemas, porque su forma de entender el sacerdocio y las prácticas piadosas, no son lo común entre la generalidad de  los sacerdotes de Roma, ya que había una gran relajación y no era de su gusto que alguien viniera a decirles  lo que tenían que hacer.  No fue comprendido, incluso hubo quien le denunció como creador de nuevas sectas. Sus humillaciones y sufrimientos llegaron hasta el punto de impedirle que siguiera confesando y celebrando Misa. Pero los malos ratos no son eternos y Felipe puede recobrarse de la “mala racha” al quedar en claro su inocencia.

Esa primera Comunidad de Sacerdotes que había formado con su confesor tenía sentido y había que pensar en darle una sencilla Regla a esa Congregación de Sacerdotes. Por fin  el 15 de julio de 1575, una Bula Pontificia reconoce esa Congregación de Sacerdotes como la “Congregación del Oratorio”. Comienzan a extenderse por Alemania, Francia y España. Llegan a ofrecerle a Felipe el capelo cardenalicio, pero él lo rechaza.  Por fin, agotado por una vida entregada al sacerdocio y a los pobres, fallece a los 79 años, el 26 de mayo de 1595. Es canonizado por Gregorio XV el 12 de mayo de 1622, 27 años después de su muerte.

Reflexión desde el contexto actual

Felipe Neri  pasa por ser un modelo de Sacerdote entregado por entero a su ministerio. El tipo de sacerdote que él representa da pie para que se pueda decir que una cosa es  ejercer como sacerdote y otra cosa bien distinta es vivir el sacerdocio.