Un santo para cada día: 6 de noviembre San Severo de Barcelona (Obispo de una floreciente comunidad cristiana en Cataluña)

San Severo de Barcelona  (Obispo de una floreciente comunidad cristiana en Cataluña)
San Severo de Barcelona (Obispo de una floreciente comunidad cristiana en Cataluña)

Hay razones para pensar  que fue un pastor celoso entregado a su sagrado ministerio, plenamente consciente del peligro que podía suponer la acometida del imperio sobre las comunidades cristianas

A finales del siglo III y comienzos del IV Barcelona pertenecía a la región Tarraconense, donde estaba bien arraigado el cristianismo, como lo demuestra el hecho de que ya en las persecuciones de Valeriano allá por el año 256 se tenía noticia de mártires como Fructuoso y sus diáconos . Años más tarde el concilio de Elvira, celebrado entre 300 y el 305, vuelve a dar cuenta de la pujanza en España  del cristianismo y más concretamente en Barcelona, así lo corrobora la intensa actividad de su obispo Severo, que no deja de  animar y exhortar a sus fieles para que se prepararan frente a la que se les venía encima en forma de una sangrienta persecución, que tendría lugar en los últimos años de reinado del emperador Diocleciano. Es el  momento en el que  el prefecto Daciano penetra en Hispania por Gerona y Barcelona produciendo verdaderos estragos  en  la floreciente comunidad cristiana. Publio Daciano, de triste recuerdo, era hombre de la confianza del emperador, feroz perseguidor de los cristianos y que cuando llega a Hispania como prefecto, seguramente conocía el papel relevante que el obispo Severo estaba realizando en la diócesis catalana. 

El P. Enrique Flórez en su voluminosa obra “España Sagrada” nos habla de S. Severo para decirnos: “Muy controvertido anda todo lo que pertenece a San Severo,  pues no solo discrepan los autores sobre el tiempo, si fue el de los Gentiles, si de los Godos, si padeció por pública, ó particular persecución, si fue uno, si hubo dos, etc. sino que en nuestros días ha salido a luz la novedad de que no hubo en Barcelona Obispo. San Severo, pues el celebrado aquí, solo fue Obispo en Ravena, mal creído de Barcelona”. Lo que  sí parece cierto es que fue obispo y mártir, al menos así se le viene reconociendo el culto a él tributado. Hay razones para pensar  que fue un pastor celoso entregado a su sagrado ministerio, plenamente consciente del peligro que podía suponer la acometida del imperio sobre las comunidades cristianas , por lo que tuvo que plantearse, dentro de las pocas salidas que le quedaban, cuál podía ser la mejor decisión a tomar o la menos mala. Después de reflexionar sobre tan delicado asunto, tuvo que decidirse y  tomar una resolución. 

Sabedor de que los destacamentos allí enviados tenían la intencionalidad  de acabar con el cristianismo en toda la provincia   y viendo que el peligro era cada vez más inminente huyó, tratando de ocultarse en Castro Octaviano  y  poder así salvar su vida,  con lo cual  no quedaría huérfana su grey, pero no sirvió de nada, puesto que pronto fue encontrado junto con otros sacerdotes que le acompañaban.  Allí  en este mismo lugar se le sometió a severos castigos y en vista de que se mantenía firme en la fe, fue ejecutado de forma salvaje, introduciéndole un grueso clavo en la cabeza.

San Severo de Barcelona

Los restos fueron conducidos a Cugat, donde se les dio sepultura y en  honor suyo se construyó una capilla que lleva su nombre. Más tarde parte de sus restos fueron llevados a Barcelona. La festividad de San Severo fue  de precepto en Cataluña, lo que da prueba de la gran devoción que a S. Severo  le tuvieron  sus paisanos, quienes entre 1699 y 1705 le  construyeron la iglesia de  S. Severo, levantada en el barrio gótico frente a la Catedral en Barcelona. Entre los egregios devotos de este santo cabe citar a Fernando el Católico y el rey Martín de Aragón.

Reflexión desde el contexto actual.

En tiempos de mediocridad carentes de sentido religioso,  se pueden escuchar muchas cosas disparatadas  y absurdas. No falta quienes  dicen que los héroes y los mártires hacen más daño que el que tratan de remediar. No sé exactamente en que se pueden fundar quienes así piensan  cuando en realidad, la historia parece indicar que es exactamente lo contrario. Héroes y santos son exactamente los que necesitamos para salir de este estado tedioso de apatía en que ahora  nos encontramos por falta de líderes y por falta también de aspiraciones nobles.   

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