Los pastores le indican al pueblo que “¡tengan el coraje de ser como Cristo Jesús!” y Obispos cubanos le piden al pueblo que ¡no se cansen de dar testimonio de su fe!
El Episcopado manifestó una crítica a las ideologías totalizadoras al expresar que “cuando se parte del temor y se nutre de él, se hace negocio económico con el sufrimiento humano y no hay compromiso ético demejorar la vida y hacer el bien, esa religión deshumaniza al hombre y lo convierte en esclavo del miedo, de tabúes y de supersticiones”.
Julio Pernús corresponsal en República Dominicana
Cuba – La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) recordó, mediante un comunicado, los 30 años del mensaje pastoral “El Amor todo Espera” y los 20 años de “La Esperanza no defrauda”. A decir de los pastores sería útil volverlos a leer en el contexto actual para redescubrir la vigencia de tantos análisis y propuestas que ellos contienen.
En el documento publicado el pasado 8 de septiembre, Solemnidad de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, el Episcopado propone una serie de reflexiones en torno a la fe y su aggiornamiento a los signos de los tiempos en medio de la difícil situación que atraviesa la isla. En el comunicado se puede leer que “la fe nos ayuda a descubrir el sentido y el cómo enfrentar aquellas situaciones fuertes, contradictorias y hasta antagónicas que se presentan en la cotidianidad”.
En ese mismo orden, el Episcopado manifestó una crítica a las ideologías totalizadoras al expresar que “cuando se parte del temor y se nutre de él, se hace negocio económico con el sufrimiento humano y no hay compromiso ético de mejorar la vida y hacer el bien, esa religión deshumaniza al hombre y lo convierte en esclavo del miedo, de tabúes y de supersticiones”.
En el marco de la fiesta de la patrona de Cuba le rezan diciendo: “Madre de la Caridad. Mujer de fe sencilla, fuerte y perseverante, custodia la fe de este pueblo e indícanos siempre el camino”.
Los obispos le indican al pueblo que “¡tengan el coraje de ser como Cristo Jesús!” y agradecieron a todos aquellos que han transmitido y cuidado la fe del pueblo, incluso en medio de persecución y rechazo. Los pastores les piden a los creyentes que “¡no se cansen de dar testimonio de su fe!”.
