Fallece Wolfhardt Pannenberg, doctor "honoris causa" por la Facultad de Teología de Comillas

El teólogo alemán Wolfhardt Pannenberg, doctor honoris causa por la Facultad de Teología de Comillas, falleció el viernes 5 de septiembre. Fue uno de los principales teólogos luteranos de la segunda mitad del siglo XX, tuvo una influencia notable en el conjunto de la teología cristiana, y era considerado por muchos "el más católico de los teólogos protestantes". Además de ser un autor estudiado, discutido e incluso traducido y editado en Comillas, era socio de honor del antiguo Instituto de Investigación sobre Liberalismo, Krausismo y Masonería.

La concesión de la distinción académica a Pannenberg en 1999 respondió, entre otras consideraciones, a que en su obra confluyen las disciplinas teológicas y filosófico-antropológicas y los saberes metafísico, histórico y natural-empírico, además de hacer especial énfasis en la unidad ecuménica de los cristianos y de todos los hombres en la verdad y la justicia. Recibió el título en una ceremonia conjunta, en la que también se distinguió a Juan Pérez Marín.

"Su teología destaca primeramente por constituir un intento muy serio de acreditación de la fe cristiana frente a la razón moderna. En este sentido, sin abandonar su suelo protestante, fue un sincero admirador de Karl Rahner, SJ, con el que no estaba del todo de acuerdo. Debido a su intento de formular una teología racionalmente sostenible, algunos le han reprochado una cercanía excesiva con los planteamientos típicos de la teología católica", explica Gabino Uríbarri, SJ, Decano de la Facultad de Teología de Comillas.

Pannenberg consideraba que para acreditar la fe cristiana se debía prestar atención, en primer lugar, a la historia: "Uno de sus puntos fundamentales consiste en considerar la revelación cristiana como historia y, por tanto, accesible al estudio histórico y su verificación histórica. Además, la verdad del cristianismo se mostraría en la totalidad de la historia, al final de la historia. Mientras tanto, la resurrección de Jesucristo anticipa la verdad de dicho final, a pesar de que la última palabra aún no haya sido pronunciada", señala Uríbarri.

El Decano destaca la participación activa de Pannenberg en el diálogo ecuménico, especialmente en el ámbito alemán. Fue coeditor de importantes encuentros y diálogos de carácter ecuménico, era un gran conocedor de la historia de la teología en general y de la teología protestante en particular, y admiró mucho el estudio de la historia de la cristología elaborado por Aloys Grillmeier, SJ. De hecho, dejó sus papeles personales al archivo de los jesuitas, en el Centro de Estudios Filosóficos de la Compañía en Múnich.

"En nuestra facultad es uno de los autores sobre los que se han ofrecido cursos en la especialidad, y que se maneja de modo frecuente en las clases. En la obra común del Departamento de Teología Dogmática, La lógica de la Fe, sus planteamientos se recogen con frecuencia. La universidad ha publicado su gran obra de madurez, Teología sistemática (en tres tomos), que posiblemente sea la última gran síntesis del conjunto de la teología fundamental y dogmática en su totalidad, elaborada a gran altura por un único autor", afirma Uríbarri.
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