El jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot, y el ministro de Relaciones Institucionales, Ladislau Baró, se desplazaron este miércoles al Vaticano para proseguir el diálogo con la Santa Sede para la despenalización del aborto.
Según ha informado el Gobierno de Andorra este jueves en un comunicado, Espot, Baró y el embajador de Andorra en la Santa Sede, Carles Àlvarez, se reunieron con el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolín, para impulsar el trabajo acerca de dicha cuestión.
Durante la reunión, las dos delegaciones han reafirmado el compromiso compartido para continuar trabajando de forma constructiva con el objetivo de disponer en los próximos meses de una propuesta de texto legislativo.
Las dos partes han coincidido en que se trata de un asunto de una gran complejidad jurídica, institucional y social, que requiere de un desarrollo técnico cuidadoso.
➡️ Andorra i la Santa Seu prossegueixen el diàleg per a la despenalització de l'avortament.@XavierEspot i el ministre Ladislau Baró es reuneixen amb el secretari d’Estat de la Santa Seu, Pietro Parolin, per impulsar els treballs. en aquesta matèria.https://t.co/tKEvDUM54U
— Govern d'Andorra (@GovernAndorra) October 23, 2025
En el comunicado se recoge que tanto el Gobierno de Andorra como la Santa Sede mantienen la voluntad de encontrar una solución que permita hacer compatible el mantenimiento de la estructura institucional del país y el avance significativo en el reconocimiento de los derechos de las mujeres.
Primer borrador sobre la mesa
De hecho, hace un par de semanas, en una entrevista en Diari TV, Espot explicó que el Gobierno ya dispone de un primer borrador de la ley pero era necesario seguir trabajando para encontrar un texto que "satisfaga a todo el mundo".
En dicha entrevista el jefe de Gobierno afirmó que la idea no es tener el visto bueno de la Santa Sede, pero sí, como mínimo, no encontrar una "oposición frontal", extremo con el que el ejecutivo se daría por satisfecho.
Cabe recordar que la Constitución de Andorra, que es un Estado secular no confesional, establece una relación especial con la Iglesia y reconoce al obispo de Urgell como uno de los dos jefes de Estado (copríncipes).