Siente la alegría de ver cómo Roma junto con el Papa Francisco se han "amazonizado". Barreto: 'El sínodo continúa buscando en comunidad la voluntad de Dios'

Francisco en el sínodo para la Amazonía
Francisco en el sínodo para la Amazonía

El Cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo y vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica, relató a Vatican News su experiencia del Sínodo, celebrado durante el mes de octubre en la Ciudad del Vaticano

El purpurado dejó en claro su alegría al ver los rostros de personas indígenas en Roma, en el centro de la cristiandad, que alegraba el rostro del mismo Papa Francisco
 

(Vatican News).- El Cardenal Pedro Barreto fue uno de los tres presidentes delegados nombrados por el papa Francisco para el Sínodo. Afirmó que este evento fue una experiencia fuerte de esperanza y de alegría, viendo que Roma junto con el Papa Francisco, se han "amazonizado". "El Papa Francisco ha abierto los brazos, y nosotros con él queremos acoger a todos los hermanos y hermanas de cualquier raza, de cualquier cultura", para sentirnos una sola familia en nuestra casa común que Dios nos ha regalado.

El Sínodo especial para la Amazonía se celebró del 6 al 27 de octubre, donde se reunieron 184 padres sinodales, 35 mujeres, 17 representantes de los pueblos amazónicos, así como expertos teólogos, todos reunidos alrededor del Sumos Pontífice, para escuchar, dialogar y discernir los rumbos de la Iglesia en la Amazonía, bajo la luz del Espíritu Santo.

Nuevos caminos

El purpurado dejó en claro su alegría al ver los rostros de personas indígenas en Roma, en el centro de la cristiandad, que alegraba el rostro del mismo Papa Francisco. Barreto dijo que esos indígenas "han dado un testimonio muy grande de fe", y explicó que en el sínodo hubo "una gran comprensión de las culturas y un diálogo que ayuda a caminar como Iglesia, buscando nuevos caminos de evangelización y de aportar una ecología integral".

Conciencia y conversión

Para el purpurado, el Sínodo ha sido una llamada a "tomar consciencia de la urgencia de trabajar juntos de manera consensuada para revertir el flagelo climático" que se vive en la actualidad. Explicó también que fue un tiempo de "con-ciencia", siendo necesario escuchar a los científicos, pero también ser conscientes desde nuestra fe "para cuidar la vida y la madre tierra", tal como la llama San Francisco de Asís en su cántico de las creaturas.

También fue un tiempo de conversión. Conversión primero hacia Dios, pero también hacia los hermanos y hermanas de diversas culturas, hacia la ecología, lo cual significa “la armonía con Dios, entre nosotros y también con la naturaleza creada por Dios”.

También dice haber vivido una conversión sinodal, a la cual el Papa ha insistido, señalando que el Sínodo es una reunión de personas creyentes "para buscar juntos, contemplando la realidad, escuchando los clamores de las personas y de la naturaleza, para poder cumplir, actuar de manera comunitaria según la voluntad de Dios".

El Sínodo continua

Viendo los grandes desafíos y dificultades post-sinodales, el Cardenal dice asumir un compromiso personal junto con toda la Iglesia a una conversión concreta. Expresó que se vive un tiempo difícil, sin embargo, este es un tiempo esperanzador, tanto para la Iglesia como para la sociedad, a pesar de las contradicciones que podemos estar experimentando.

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