El purpurado admite que dijo que "El Papa me quiere muerto", y que se ha disculpado con Bergoglio Becciu: "Francisco ahora me quiere... después de la muerte de Benedicto hay que quererle"

El cardenal Becciu, en el Consistorio de este sábado
El cardenal Becciu, en el Consistorio de este sábado

Entrevistado por la televisión italiana, el cardenal sardo evita hablar de su relación con Cecilia Marogna pero se muestra rotundo ante las acusaciones de malversación contra él o su familia: "Es todo falso"

"El Papa por fin me quiere. Tenemos una relación especial. De vez en cuando voy, hablamos, y... con la muerte del Papa Benedicto, ahora tenemos un sólo Papa, y éste es el Papa de la Iglesia, al que debemos amar"

"Nunca he utilizado el dinero para mis familiares, al contrario. Y luego, si quieres, ve allí y entrevista al obispo y te dirá cómo se emplea y se empleará ese dinero... en una casa que tienen que construir para la caridad, pero no para los familiares. De hecho, hice un préstamo con mi dinero personal y les dejé la mitad"

El cardenal Becciu está metido en un lío, y lo sabe. La filtración de las conversaciones privadas de su grupo de hermanos en las que el purpurado, defenestrado por Francisco e imputado en el macrojuicio sobre malversación de fondos vaticanos, afirmaba que "El Papa me quiere muerto", así como la revelación de una conversación privada con Bergoglio en dicho juicio, han hecho que Becciu 'pliegue velas' y, ahora, admita que dio explicaciones a Francisco. Y que, como no podía ser de otro modo, "hay que quererle".

"El Papa me ha entendido, y todo acaba ahí", apunta Becciu a la televisión italiana, en unas declaraciones en las que admite que pronunció la frase "El Papa me quiere muerto", pero que lo hizo "en charlas familiares". "El Papa por fin me quiere. Tenemos una relación especial. De vez en cuando voy, hablamos, y... con la muerte del Papa Benedicto, ahora tenemos un sólo Papa, y éste es el Papa de la Iglesia, al que debemos amar".

Lo cual no quiere decir que Francisco sea el pontífice querido por el cardenal sardo. "No podemos soñar con un Papa del futuro ni arrepentirnos de quien estuvo antes", matiza Becciu, quien completa afirmando que "la relación con el Papa es hermosa".

Un hijo incomprendido por su padre

Como siempre, con matices. "No es fácil oír al Papa hacer estas acusaciones contra ti. Pero yo me lo tomé como un hijo que se ve incomprendido por su padre y es expulsado de su casa, pero que no pierde la esperanza de que su padre tarde o temprano entienda que ha habido falsas acusaciones y que le acoja de nuevo".

En la conversación, Becciu es tajante al negar que él mismo, o alguien de su familia, se enriqueciera con fondos de la Secretaría de Estado o el Óbolo del Papa. "Es falso (...). Nunca he utilizado el dinero para mis familiares, al contrario. Y luego, si quieres, ve allí y entrevista al obispo y te dirá cómo se emplea y se empleará ese dinero... en una casa que tienen que construir para la caridad, pero no para los familiares. De hecho, hice un préstamo con mi dinero personal y les dejé la mitad".

Becciu, de espaldas, durante su declaración en el juicio
Becciu, de espaldas, durante su declaración en el juicio

Cecilia Marogna y Francesca Chaouqui

En lo que no es tan tajante es en el papel de Cecilia Marogna y la 'diplomacia paralela' a la del Vaticano supuestamente creada por ambos: "Ya lo he tratado en el juicio, y es un tema muy delicado. Y no quiero tocar eso en absoluto. Hay una cuestión de secreto y no debe tocarse en absoluto".

Finalmente, sobre los audios del 'arrepentido' Perlasca, Becciu asegura que "no hay nada de cierto", y se muestra vehemente ante el papel de Francesca Chaouqui en el proceso, como por otra parte pudo comprobarse el viernes pasado durante el juicio. "Me tocan la fibra sensible. Ahora vengo de la iglesia, estaba allí para oír confesiones. Debemos tener siempre un corazón misericordioso, yo, esta señora, me apiado de ella. Misericordia'. ¿También para Becciiu?

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