El Papa emérito vuelve a 'confesarse' con Seewald en ‘Benedicto XVI. Vida’ Benedicto XVI: "Quieren hacerme callar"
El volumen, de mil páginas, sale hoy a la venta en Alemania. En otoño verá la luz en España, de la mano del Grupo de Comunicación Loyola
"Mi amistad personal con el papa Francisco no solo se mantuvo sino que se desarrolló"
"Hace cien años se habría considerado absurdo hablar de matrimonio homosexual. Hoy nos excomulgan cuando nos oponemos a él"
"Hace cien años se habría considerado absurdo hablar de matrimonio homosexual. Hoy nos excomulgan cuando nos oponemos a él"
"Prefiero no analizar las razones reales por las que simplemente quieren hacerme callar". Benedicto XVI abre la caja de los truenos contra sus críticos, especialmente en Alemania, a los que acusa de ofrecer una "deformación malintencionada de la realidad", en su nuevo libro de entrevistas con su biógrafo, Peter Seewald, 'Benedicto XVI. Mi vida' (Droemer Knaur). En España lo publicará el sello Mensajero del Grupo de Comunicación Loyola.
En el volumen, Ratzinger repasa su trayectoria desde su nacimiento hasta su marcha a Roma y su pontificado, en distintas conversaciones con Seewald. En ellas, el Papa emérito lamenta "el espectáculo de las reacciones de la teología alemana" contra él, que tilda de "aberrante y malintencionado".
Ratzinger, acusado repetidamente de intentar sabotear los esfuerzos de modernización de la Iglesia llevados a cabo por Francisco (el affaire Sarah fue sólo el último ejemplo), asegura que mantiene unas muy buenas relaciones con Bergoglio. "Como usted sabe -confiesa a Seewald-, mi amistad personal con el papa Francisco no solo se mantuvo sino que se desarrolló".
En la biografía publicada este lunes, Benedicto XVI reitera su oposición al matrimonio homosexual. "Hace cien años se habría considerado absurdo hablar de matrimonio homosexual. Hoy nos excomulgan cuando nos oponemos a él", afirma, denunciando a la 'nueva Inquisición'. "Pasa lo mismo con el aborto o la creación de humanos en el laboratorio", añade.
El obstáculo no es la Curia, sino el mundo
Y es que, sostiene Ratzinger, "la sociedad moderna está formulando un credo anticristiano y castigará con la exclusión social a quien se resista a él". De hecho, asegura, los principales obstáculos durante su pontificado "no vinieron de la Curia". "Yo no quería solo ni en primer lugar impulsar la purificación del pequeño mundo de la Curia, sino de la totalidad de la Iglesia”, asegura el Papa emérito, que acaba de cumplir los 93 años.
“La verdadera amenaza para la Iglesia y, por lo tanto, para el oficio de Pedro, no reside en esas cuestiones, sino en la dictadura mundial de ideologías aparentemente humanistas, cuya negación implica ser excluido del consenso social básico. Hace cien años, cualquiera habría considerado absurdo hablar de matrimonio homosexual. Hoy queda socialmente excomulgado quien se oponga a ello. Lo mismo vale para el aborto y para la fabricación de personas en el laboratorio”.
Frente a esta realidad, que califica como "Anticristo", añade, Ratzinger, "se hace necesario realmente el auxilio de la oración de todo el episcopado y de toda la Iglesia mundial para resistirlo”.
