El prelado considera el viaje del Papa una nueva oportunidad para implementa el Acuerdo del Paz en el país africcano Caccia: Francisco recordará el poder del perdón para reconstruir la paz en Sudán del Sur

Monseñor Gabriele Caccia
Monseñor Gabriele Caccia

El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU en Nueva York intervino ayer en la reunión de la Comisión de Consolidación de la Paz a nivel de embajadores sobre el país africano

Afirmó que el viaje apostólico de Francisco podría estimular nuevos esfuerzos para implementar el Acuerdo de Paz

El trabajo de la Comisión de Consolidación de la Paz es bueno. El cristianismo, fomentando la conversión y el ejercicio de las virtudes, es una fuerza de paz, el ecumenismo un ejemplo de convivencia

Señaló que los esfuerzos del Consejo de Iglesias de Sudán del Sur en la atención a los pobres y marginados representan "una contribución significativa a todo el pueblo sursudanés" y complementan la labor humanitaria y de desarrollo de las Naciones Unidas y sus Estados miembros

(Vatican News).- Dentro de unos días, el Papa Francisco estará en Sudán del Sur, donde permanecerá tres días, del 3 al 5 de febrero. Se reunirá con el presidente y los vicepresidentes en Juba y les recordará "la obligación de construir la paz a través del diálogo y el perdón". Así lo subrayó ayer en Nueva York monseñor Gabriele Caccia, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, en la reunión de la Comisión de Consolidación de la Paz a nivel de embajadores sobre el país africano, añadiendo que el Pontífice se reunirá también con la sociedad civil y los desplazados internos y participará en la oración ecuménica que se celebrará en el mausoleo de John Garang, uno de los líderes de la independencia sudanesa. "La Santa Sede espera que esta peregrinación ecuménica por la paz ofrezca a los líderes la oportunidad de volver a comprometerse con la paz -dijo monseñor Caccia- y de renovar los esfuerzos para aplicar el Acuerdo de Paz revitalizado" de 2018.

El cristianismo, fuerza de paz

El observador permanente señaló que, aunque "a menudo se intenta culpar a la religión de los diversos conflictos en el seno de nuestra familia humana", "el caso de Sudán del Sur demuestra que 'el cristianismo es una fuerza de paz, ya que fomenta la conversión y el ejercicio de las virtudes'". Una fuerza que se amplifica especialmente cuando los cristianos actúan ecuménicamente "demostrando que comunidades de fe distintas pueden unirse en el amor a pesar de las diferencias".

Monseñor Caccia señaló que los esfuerzos del Consejo de Iglesias de Sudán del Sur en la atención a los pobres y marginados representan "una contribución significativa a todo el pueblo sursudanés" y complementan la labor humanitaria y de desarrollo de las Naciones Unidas y sus Estados miembros, que la Santa Sede aprecia.

Líderes políticos se comprometan con la justicia y la reconciliación

La delegación de la Santa Sede ante la ONU "reconoce que el proceso de paz en Sudán del Sur sigue encontrando dificultades", también a causa del "conflicto intraétnico exacerbado por el cambio climático". "Ante estos desafíos -continuó el observador permanente-, la Santa Sede espera que los líderes civiles de Sudán del Sur aceleren sus esfuerzos para promover latransparencia, impulsar las normas democráticas y el Estado de derecho, y garantizar que los ingresos de los abundantes recursos naturales de Sudán del Sur se destinen a satisfacer las necesidades básicas de todos los ciudadanos y a mejorar las infraestructuras para liberar todo el potencial humano y económico de la nación". Por ello, "la Santa Sede anima al gobierno a promover la paz y la reconciliación" y a seguir adelante con las elecciones nacionales, aplazadas desde hace tiempo. A través de esfuerzos como éste - señaló monseñor Caccia - los líderes de Sudán del Sur pueden asumir la responsabilidad de hacer realidad el 'ardiente deseo de justicia, reconciliación y paz' de su pueblo".

La importante labor de la Comisión para la Consolidación de la Paz

El observador permanente también expresó su reconocimiento por el trabajo de la Comisión para la Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas, que abarca la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos y permite a los Estados que sufren o se recuperan de un conflicto cooperar con otras naciones en condiciones de igualdad. Un enfoque, éste, para Monseñor Caccia, que promueve el respeto mutuo. El observador permanente también consideró que esta Comisión, "a través del acompañamiento político y el apoyo a la construcción institucional", "orienta a los gobiernos para satisfacer las necesidades del bien común, reconociendo acertadamente que 'la paz nunca se consigue de una vez por todas, sino que debe construirse incesantemente'".

Parolin en Sudán del Sur: "El Papa os lleva en el corazón y reza por la paz"

"La Santa Sede desea desde hace tiempo una nueva era de paz y prosperidad para el sufrido pueblo de Sudán del Sur, y ha trabajado activamente para apoyar la reconciliación nacional", dijo monseñor Caccia, mencionando el retiro espiritual para autoridades civiles y eclesiásticas de Sudán del Sur organizado por el papa Francisco -recogiendo la propuesta del arzobispo Welby- en abril de 2019 en el Vaticano. Un momento "que ofreció la oportunidad de encontrarse en un espíritu de respeto y confianza", durante el cual el Papa Francisco dijo a los líderes "que 'la paz es posible' y les animó a mantener su responsabilidad compartida para alcanzarla como 'condición fundamental para garantizar los derechos de cada persona y el desarrollo humano integral de todo un pueblo'". El Pontífice también aseguró su cercanía al país enviando el pasado mes de julio al cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, a reunirse con líderes políticos, funcionarios de la ONU y desplazados por la violencia y las consecuencias del cambio climático.

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