Los cardenales consiguen, en cuarta votación, elegir al nuevo pontífice Fumata blanca: ¡Habemus Papam!

A la cuarta votación, fumata blanca
A la cuarta votación, fumata blanca RD/Captura

"Les anuncio con gran alegría: ¡Tenemos papa!", seguido de "El eminentísimo y reverendísimo señor, Don [nombre], el cardenal de la Santa Iglesia Romana [apellido], quien se ha impuesto el nombre [de] [nombre papal]". Pronto, muy pronto, desvelaremos este misterio

Lo había augurado esta mañana, desde Pompeya, el decano del colegio cardenalicio Re, y el pronóstico se cumplió. ¡Habemus Papam! El cónclave aparentemente más dividido de los últimos tiempos arrojó en la tarde del segundo día, como en el caso de Benedicto XVI (cuarta votación) y Francisco (quinta), la mayoría de dos tercios. La Iglesia ya tiene Papa. Pronto conoceremos su nombre.

La soleada tarde de primavera romana acogió la elección final del sucesor del Papa de la primavera. Los cardenales, después de dos fumatas fallidas, y conversaciones mantenidas tanto anoche como durante la comida de hoy, alcanzaron un consenso que promete, al menos sobre el papel, una continuidad, una cierta normalidad, tan necesaria en estos tiempos. En quinta votación, ¡Habemus Papam!

Un aplauso estalló en la plaza, y sonaron las campanas en una plaza absolutamente repleta, como en la tarde del día anterior. La plaza todavía no estaba llena, pero se llenará en los próximos minutos para escuchar al protodiácono Mamberti (a no ser que el elegido sea él, claro) la fórmula latina clásica, que ha hecho fortuna en todo el mundo. 

Especial Papa Francisco y Cónclave

Mientras, en el interior de la basílica, el protodiácono Mamberti, ha planteado al elegido dos preguntas. La primera: ""¿Acepta su elección canónica como Soberano Pontífice?". Si el candidato acepta, se le formula una segunda pregunta: "¿Con qué nombre quiere ser llamado?"

Tras responder afirmativamente a la primera pregunta y seleccionar su nombre papal, el nuevo Papa se vestirá en la Sala de las Lágrimas, y recibirá muestras de respeto y obediencia por parte de los cardenales. 

Los cardenales electores se colocarán en los balcones aledaños al central de la Logia de San Pedro, desde donde el protodiácono pronunciará en latín el clásico 'Annuntio vobis Gaudium Magnum: Habemus Papam!": "Les anuncio con gran alegría: ¡Tenemos papa!", seguido de "El eminentísimo y reverendísimo señor, Don [nombre], el cardenal de la Santa Iglesia Romana [apellido], quien se ha impuesto el nombre [de] [nombre papal]". En breve, conoceremos el nombre del nuevo Papa, el número 267 de la historia de la Iglesia católica, y cómo pasará a ser llamado. Y comenzará otra historia.

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