Intenso rezo del Rosario en la plaza de san Pedro, presidido por Parolin El 'santo pueblo de Dios' fuerza a la Curia a "unirnos públicamente" a su oración por la salud de Francisco

Parolin, arrodillado. A su derecha, la silla vacía del Papa
Parolin, arrodillado. A su derecha, la silla vacía del Papa

Tarde (aunque más vale tarde que nunca), la Curia vaticana se hizo eco del clamor del pueblo y convocó al rezo del Rosario en una plaza de San Pedro presidida por una imagen de la Virgen de los Enfermos y la silla papal vacía

"Durante dos mil años el pueblo cristiano reza por el Papa cuando se encuentra en peligro o está enfermo"

Centenares de fieles desafiaron a la húmeda y fría noche romana para rezar por el restablecimiento del Papa de las periferias, el Papa del 'santo pueblo de Dios'. En primera línea de la Curia, en un gesto inusual, tres de los cardenales que más quebraderos de cabeza han dado a Francisco durante su pontificado. Juntos, esta vez, rezando por el Papa, Müller, Burke y Becciu (éste sin las vestimentas cardenalicias)

Como sucediera en tiempos de pandemia, Roma parecía estar viviendo otra 'Statio Orbis'. Esta vez, sin el Papa Francisco. Esta vez, por el Papa Francisco. Tarde (aunque más vale tarde que nunca), la Curia vaticana se hizo eco del clamor del pueblo y convocó al rezo del Rosario en una plaza de San Pedro presidida por una imagen de la Virgen, un ambón a la izquierda y la silla papal vacía.

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El rosario, en el que participaron los cardenales residentes en Roma, los colaboradores sde la Curia y de la diócesis, estuvo presidido por el secretario de Estado, Pietro Parolin, quien arrancó recordando cómo la Iglesia de Roma, en sus primeros años, rezó oculta mientras Pedro se encontraba en prisión.

"Durante dos mil años el pueblo cristiano reza por el Papa cuando se encuentra en peligro o está enfermo", incidió Parolin, quien admitió que "mientras el Papa está recuperándose en el Gemelli, una intensa oración se eleva al cielo por parte de la comunidad cristiana del mundo entero (...). Queremos unirnos públicamente a esta oración, desde su casa, rezando el santo Rosario"

Parolin, arrodillado rezando el Rosario
Parolin, arrodillado rezando el Rosario

"Que la Virgen los sostenga en este momento de enfermedad y prueba, y le ayude a recuperar la salud", señaló Parolin, antes de dirigir el rezo de los cinco misterios del Rosario, arrodillado en el altar.

Centenares de fieles desafiaron a la húmeda y fría noche romana para rezar por el restablecimiento del Papa de las periferias, el Papa del 'santo pueblo de Dios'. En primera línea de la Curia, en un gesto inusual, tres de los cardenales que más quebraderos de cabeza han dado a Francisco durante su pontificado. Juntos, esta vez, rezando por el Papa, Müller, Burke y Becciu (éste sin las vestimentas cardenalicias).

Burke, Müller y Becciu, juntos en el Rosario
Burke, Müller y Becciu, juntos en el Rosario

Al menos, ellos no quedaron (tan) retratados como otros, más preocupados por afirmar la conveniencia de la renuncia del Pontífice o a comenzar a tejer la trama de una sucesión que, tras el último parte médico, parece estar más lejos. El poder del 'santo pueblo de Dios', que forzó a la Curia a rezar por el Papa, parece estar dando sus frutos.

Junto a este rezo, el vicario general de la diócesis de Roma, cardenal Baldassare Reina, ha anunciado que, desde este lunes, y durante toda la recuperación del Papa Francisco en el Hospital Gemelli, habrá una hora de Adoración Eucarística todos los días desde el mediodía hasta la 1 de la tarde en la Capilla San Juan Pablo II del centro sanitario, seguida de la Misa.

"Conscientes de lo preciosa que es la oración comunitaria, pedimos a todas las comunidades parroquiales y religiosas que dediquen una hora a la adoración silenciosa", dijo. "Como una gran familia, pedimos al Señor que conceda a nuestro Obispo la fuerza necesaria para afrontar este delicado momento".

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