El pontífice reconoce la santidad de Zatti, el 'enfermero santo de la Patagonia' El obispo español Elorza y la laica Aurora Calvo, declarados venerables por el Papa

Papa Francisco
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El papa Francisco ha reconocido las "virtudes heroicas" del obispo español Martino Fulgencio Elorza Legaristi y de la laica española Aurora Calvo, lo que implica el primer paso hacia los altares, informó hoy la Santa Sede

La salmantina Aurora Calvo Hernández-Agero nació en 1901 y murió 1933 en Béjar y es recordada por su sencillez y por la práctica de la humildad, del servicio a los pobres y a la veneración a Dios y a la Iglesia

También ha sido declarado "venerable" el obispo español Martino Fulgencio Elorza Legaristi, guipuzcoano, de la Congregación de la Pasión de Jesucristo, primer obispo en la prelatura peruana de Moyobamba (Perú)

El monseñor se dedicó a la evangelización del país andino recorriendo sus parroquias tanto a pie, como en caballo o en canoa, e incluso iniciando la construcción de catedrales y nuevas villas

Por otro lado, Francisco ha reconocido la santidad del italiano Artémides Zatti, laico enfermero conocido por su labor por los enfermos de la Patagonia argentina, al confirmar un milagro por su intercesión, informó hoy la Santa Sede

El papa Francisco ha reconocido las "virtudes heroicas" del obispo español Martino Fulgencio Elorza Legaristi y de la laica española Aurora Calvo, lo que implica el primer paso hacia los altares, informó hoy la Santa Sede.

Francisco firmó los decretos que reconoce sus "virtudes heroicas" durante una audiencia con el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, impulsando así su proceso de canonización de ambos.

Aurora Calvo Hernández-Agero nació en 1901 y murió 1933 en Béjar, en la provincia española de Salamanca (centro), y es recordada por su sencillez y por la práctica de la humildad, del servicio a los pobres y a la veneración a Dios y a la Iglesia.

De familia profundamente cristiana, siente la necesidad de consagrarse como carmelita descalza pero decide rechazar la vida contemplativa para cuidar de su madre enferma. Muere a los 32 años de edad por una bronconeumonía.

También ha sido declarado "venerable" el obispo español Martino Fulgencio Elorza Legaristi, de la Congregación de la Pasión de Jesucristo, nacido el 30 de diciembre de 1899 en el municipio guipuzcoano de Elgueta y fallecido en 1966 en Lima, Perú.

Designado primer obispo en la prelatura peruana de Moyobamba, el monseñor se dedicó a la evangelización del país andino recorriendo sus parroquias tanto a pie, como en caballo o en canoa, e incluso iniciando la construcción de catedrales y nuevas villas.

El camino hacia los altares tiene varias etapas: la primera es ser declarado venerable siervo de Dios, la segunda beato y la tercera santo.

Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce "haber vivido las virtudes de manera heroica".

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión, como en el caso de Zatti,mientras que la canonización, como en el caso de Zatti, requiere un segundo milagro obrado "por intercesión" después de ser proclamado beato.

Por otro lado, Francisco ha reconocido la santidad del italiano Artémides Zatti, laico enfermero conocido por su labor por los enfermos de la Patagonia argentina, al confirmar un milagro por su intercesión, informó hoy la Santa Sede.

El pontífice argentino reconoció un nuevo milagro atribuido a la intercesión de Zatti, laico salesiano nacido el 12 de octubre de 1880 en la localidad italiana de Boretto y fallecido el 15 de marzo de 1951 en Viedma, en la Patagonia argentina.

La familia del nuevo santo se trasladó en 1897 a Argentina buscando un futuro mejor, asentándose en Bahía Blanca, y ahí creció Zatti, quien tras trabajar como mozo en un hotel y como obrero, accedió a los 20 años en los Salesianos.

Su vida cambió en 1902 cuando consigue curarse de la tuberculosis y, convencido de que fue por intercesión de la Virgen, decide renunciar al sacerdocio para dedicarse a la asistencia de los enfermos.

Artémides Zatti

Su servicio se desarrollará toda la vida en el hospital de Viedma, como vicedirector, administrador y enfermero, a los que visitaba con su bicicleta, recibiendo el cariño de sus pacientes y de sus familias hasta que muere por un tumor en el hígado en 1951.

Fue beatificado en 2002 por la curación milagrosa de gangrena del seminarista Carlos Bosio, inspector salesiano en Rosario.

El decreto para el reconocimiento del nuevo santo italiano, pero querido en Argentina, ha sido ya autorizado por el papa Francisco, tras una audiencia con el prefecto para la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro.

La fecha de su canonización en Roma será decidida por el papa en un Consistorio aún por convocar.

El supuesto segundo milagro que el Vaticano ha aceptado para su subida a los altares es la "curación inexplicable" en 2016 de un hombre en Filipinas que sufrió un ictus isquémico y que derivó en otras complicaciones, según informó la Congregación Salesiana.

Los salesianos expresaron su alegría por el primer santo de su congregación que no fue sacerdote, sino solo consagrado, y de quien el propio pontífice argentino es muy devoto.

Zatti
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