La empresaria, condenada por el 'Vatileaks II', declara hoy por el 'caso Becciu' Francesca Chaouqui: "Trabajo para el Papa, no para la prensa ni para mi rehabilitación"

Francesca Chaouqui, entrando al Vaticano
Francesca Chaouqui, entrando al Vaticano

"No hay una guerra personal entre el Papa y Francesca Chaouqui (...). Yo estoy de regreso, al lado, del Santo Padre"

¿Qué trabajos hace para Francisco? le preguntaron los periodistas. "Lo sabréis en el juicio", contestó, enigmática

"No hay nada que haya hecho, que vaya a hacer, sin que el Papa Francisco esté informado

"No hay una guerra personal entre el Papa y Francesca Chaouqui (...). Yo estoy de regreso, al lado, del Santo Padre". Francesca Chaouqui, la famosa 'dama' protagonista, y condenada, por la filtración de documentos conocida como 'Vatileaks II', se encuentra testificando, en estos momentos, en la audiencia de los tribunales vaticanos por otro caso, el de la compraventa del palacio de Londres, en el que también parece involucrada.

Antes de ingresar en el aula, Chaouqui quiso pararse ante los medios. En una improvisada rueda de prensa, la italiana sorprendió a todos al subrayar que "trabajo para el Papa, no para la prensa ni para mi rehabilitación". ¿Qué trabajos hace para Francisco? le preguntaron los periodistas. "Lo sabréis en el juicio", contestó, enigmática.

"No hay nada que haya hecho, que vaya a hacer, sin que el Papa Francisco esté informado", insistió Francesca Chaouqui, que se presentó como una defensora de las mujeres en la Iglesia, y como un ejemplo de coraje. "Soy la única mujer imputada en este proceso", denunció, dejando caer la existencia de una persecución en su contra.

"Señores: hoy termina la narración de que yo soy la marginada, que yo soy la que no entra en el Vaticano", finalizó Chaouqui. "Ha llegado el gran día, el día en que seré acusado de un delito que no he cometido, a saber, la divulgación de documentos confidenciales, delito del que fui invitado a defenderme por el cardenal Becciu".

Chaouqui parece decidida a colaborar en la defenestración de Becciu. "Contaré primero cómo el cardenal me distanció del Santo Padre y luego cómo el Santo Padre me llamó de nuevo a su lado", insistió, apuntado a que será capaz de demostrar que "hubo un intento real de poner en jaque a la diplomacia papal sustituyéndola por una diplomacia paralela que se llevaba a cabo a través de empresas de inteligencia contratadas por un poder oculto que se movía a espaldas del Papa y lo utilizaba". 

¿Qué dirá en el juicio? Veremos.

Primero, Religión Digital

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