El secretario personal de Benedicto XVI desaparece de los actos públicos de Bergoglio Francisco 'fulmina' a Gäenswein dos semanas después de la polémica por el 'no-libro' de Ratzinger y Sarah

Francisco, Ratzinger y Gaenswein
Francisco, Ratzinger y Gaenswein

El arzobispo alemán ya no aparece en las audiencias públicas o los encuentros con líderes junto a Francisco, aunque sí se le ha visto acompañando a Benedicto XVI en el Mater Ecclesiae

Medios alemanes aseguran que Bergoglio ha concedido una 'licencia indefinida' a Gäenswein después de su polémica intervención en el affaire Sarah-Ratzinger

El secretario privado de Benedicto XVI permanecerá en el cargo de Prefecto de la Casa Pontificia, pero su puesto ha sido ocupado, en la práctica, por Leonardo Sapienza, de 67 años, y que ocupa el puesto de regente de la Prefectura de la Casa Pontificia

Era el 'tapado' en el escándalo por el 'no-libro' de Sarah y Ratzinger. El 'intérprete' de Benedicto XVI fue uno de los protagonistas de la última polémica, que quiso contraponer a Benedicto XVI y a Francisco a cuenta del celibato. Dos semanas después del supuesto fin de la polémica, el secretario de la Casa Pontificia, Georg Gäenwsein, ha desaparecido de la esfera pública.

"Vacaciones indefinidas". Así es como explican algunos medios alemanes la ausencia de Gäenswein al lado del Papa en las últimas audiencias públicas o recepciones oficiales, como las celebradas en los últimos días a los presidentes de Irán o Argentina, o el vicepresidente de los Estados Unidos. Según explica Tagenpost citando fuentes vaticanas, Francisco habría concedido una 'licencia indefinida' al arzobispo alemán después de su no acalarada intervención en el affaire Sarah-Ratzinger.

Roma: Una "redistribución"

El secretario privado de Benedicto XVI permanecerá en el cargo de Prefecto de la Casa Pontificia, pero su puesto ha sido ocupado, en la práctica, por Leonardo Sapienza, de 67 años, y que ocupa el puesto de regente de la Prefectura de la Casa Pontificia. ¿La razón? La "desafortunada" presentación del libro del cardenal Sarah sobre el celibato, que en un primer momento se vendió -y se firmó- como escrito 'a cuatro manos' con el Papa emérito. 

Otras fuentes, en cambio, apuntan que todo obedece al deseo de Gäenswein de dedicar más tiempo a Benedicto XVI en la última etapa de su vida, mientras que otros informes apuntan a que el secretario alemán simplemente estaría enfermo. Preguntado sobre el particular, el director de la Oficina de Prensa vaticana, Mateo Bruni, minimizó el hecho, apuntando a una "redistribución ordinaria de los diversos compromisos y funciones del Prefecto de la Casa Pontificia", quien, como es sabido, "desempeña también el papel de secretario particular del Papa emérito" Benedicto XVI.

Gäenswein, con el Papa Francisco

Lo cierto es que la publicación, a mediados de enero, del libro 'Desde el fondo de nuestros corazones', del cardenal Sarah (uno de los principales opositores en el interior de la Curia a las reformas de Francisco), con la co-autoría (que después se demostró falsa) de Benedicto XVI, hizo saltar todas las alarmas, por lo que sugería de presión a Francisco para que no aprobara la presencia de sacerdotes casados en la inminente exhortación pastoral post Sínodo de la Amazonía. 

Doble vinculación

Una vez estalló el escándalo, y de que Sarah mostrara cartas firmadas por Ratzinger que venían a demostrar su participación en el libro, el propio Gäenswein tuvo que exigir al purpurado que retirara el nombre del Papa emérito de los títulos de crédito, negando que fuera coautor o que hubiera leído texto o tapas de la publicación.

Gaenswein, con Ratzinger
Gaenswein, con Ratzinger

Sin embargo, su participación en el escándalo -y, en el fondo, su doble vinculación como secretario personal del Papa emérito, y secretario de la Casa Pontificia del Papa reinante- terminó por congelar aún más las ya difíciles relaciones entre Ratzinger y Bergoglio. La desaparición pública de Gäenswein ha de explicarse desde esta óptica. Sea como fuere, lo único cierto es el silencio de ambos papas y la ausencia del arzobispo alemán al lado de Francisco. Y, tal vez, nuevos acicates para los más críticos con este pontificado.

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