Una procesión desde San Pedro convierte a la Iglesia en una canoa Francisco abre el Sínodo reclamando a los participantes "valor para hacer lo que Dios nos pida"

Francisco entra en el Sínodo acompañado de una canoa
Francisco entra en el Sínodo acompañado de una canoa

Entre los símbolos presentes estaba una canoa, los remos, afiches con rostros de personas que ofrecieron sus vidas por la defensa de los pueblos originarios y del territorio Amazónico

Una oración en círculo en plena basílica de San Pedro, pidiendo "nuevos caminos para la Iglesia y una ecología integral", y la entrega de dos remos, simbolizando que los trabajos del Sínodo como una canoa. Así comenzó el Sínodo de la Amazonía, que procesionó hacia el Aula Pablo VI.

Bajo la guía de Mauricio López, de la REPAM, los padres sinodales y los miembros de la 'Casa común' compusieron una canoa, con sus redes y sus aperos de pesca. Una imagen brutal para arrancar un trabajo de casi un mes que puede cambiar muchas dentro de la Iglesia. 

Confiar y alabar a Dios

El rezo inicial, dirigido por el Papa y por un líder indígena, reclamó "valor para hacer lo que Dios nos pida". La procesión fue acompañada con cantos en lenguas de los pueblos originarios y en español, que invitan a confiar y alabar a Dios y a caminar juntos. Entre los símbolos presentes estaba una canoa, los remos, afiches con rostros de personas que ofrecieron sus vidas por la defensa de los pueblos originarios y del territorio Amazónico.

A continuación, unos versos de los cantos con los que los participantes alababan al Señor:

“Los hijos de la selva te alabamos, Señor, Las hijas de la selva, te alabamos, Señor. Las aguas de los ríos, las aguas de las cochas te alaban señor. Los vientos y calores te alaban, Señor. Los frutos y los montes, la tierra que es fecunda, te alaban, Señor”.

Poco a poco los padres sinodales fueron dejando la Basílica de San Pedro y caminando en dos filas se dirigieron hacia el Aula Pablo VI. El Papa Francisco caminaba rodeado por representantes de los pueblos originarios, obispos, religiosos y religiosas, laicos y expertos. Los afiches y símbolos hacían presente el grito de la tierra y de los pueblos y la realidad de la Amazonía y de América Latina en general. Un ambiente de alegría y esperanza se hizo presente entre los asistentes.

Una indígena abraza al Papa Francisco

La procesión llegó a su término en la entrada del Aula Paulo VI. Allí, los representantes de los pueblos originarios depositaron en las manos del Papa Francisco una canoa con utensilios propios de las comunidades. Dos obispos y dos religiosas ingresaron al aula con el símbolo. Al Papa le entregaron dos remos, petición de los pueblos amazónicos para que la Iglesia Católica siga navegando con ellos en la defensa de la vida y del territorio.

A las nueve de la mañana, todos los participantes entraron al aula sinodal y fueron ocupando sus lugares. Mientras, el Papa Francisco saludaba a los asistentes. La primera sesión dio inicio con un momento de oración. Mientras cantaban el aleluya, se entronizó el libro de los Evangelios.

Después, el Papa pronunció la oración inicial, y se procedió al comienzo de los trabajos, con las intervenciones iniciales de Lorenzo Baldisseri, y de Claudio Hummes.

Procesión en el Sínodo

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