El Papa, con los participantes en el Congreso internacional "La Riqueza de los Años" Francisco: "La vida es un regalo, y cuando es larga es un privilegio, para uno mismo y para los demás"

Francisco, con los trabajadores ancianos
Francisco, con los trabajadores ancianos

"Si hace tiempo los ancianos hubieran poblar un pequeño estado, hoy pueden poblar un continente entero"

"En la Biblia, la longevidad es una bendición. Nos enfrenta a nuestra fragilidad, a nuestra dependencia mutua, a nuestros lazos familiares y comunitarios, y sobre todo a nuestra filiación divina"

"Hoy quisiera deciros que los ancianos son también el presente y el mañana de la Iglesia. Sí, ¡son también el futuro de una Iglesia que, junto con los jóvenes, profetiza y sueña!"

“La vida es un regalo, y cuando es larga es un privilegio, para uno mismo y para los demás. Siempre, siempre ha sido así”. El Papa Francisco recibió este mediodía a los participantes en el Congreso Internacional de pastoral de los ancianos, 'La riqueza de los años', y les lanzó un mensaje de esperanza y compromiso. Porque la vida no se acaba con la vejez.

Más en una sociedad como la actual, en la que la pirámide demográfica se ha invertido. “Si hace tiempo los ancianos hubieran poblado un pequeño estado, hoy pueden poblar un continente entero”, recalcó Bergoglio, quien se preguntó ¿cómo vivir estos años?.

Indiferencia y rechazo

“La desorientación social y, en muchos casos, la indiferencia y el rechazo que nuestras sociedades muestran hacia las personas mayores, llaman no sólo a la Iglesia, sino a todo el mundo, a una reflexión seria para aprender a captar y apreciar el valor de la vejez”, señaló el pontífice, quien pidió “la contribución de la comunidad eclesial” para acoger, respetar y fomentar, la presencia de los abuelos en nuestras parroquias y sociedades.

Francisco, con los ancianos

En la Biblia, la longevidad es una bendición. Nos enfrenta a nuestra fragilidad, a nuestra dependencia mutua, a nuestros lazos familiares y comunitarios, y sobre todo a nuestra filiación divina”, subrayó el Papa, quien recordó varios ejemplos bíblicos para apuntar que “el anciano, incluso cuando es débil, puede convertirse en un instrumento de la historia de la salvación”.

Intercambio generacional

“La Iglesia se convierte en un lugar donde las generaciones están llamadas a compartir el plan de amor de Dios”, en un “intercambio intergeneracional” que ha de permitir aprender los unos de los otros.

“Hoy quisiera deciros que los ancianos son también el presente y el mañana de la Iglesia. Sí, ¡son también el futuro de una Iglesia que, junto con los jóvenes, profetiza y sueña! Por eso es tan importante que los ancianos y los jóvenes hablen entre ellos, es muy importante”

Por eso, concluyó Francisco, “os pido que no os canséis de proclamar el Evangelio a los abuelos y a los ancianos. Id a ellos con una sonrisa en vuestro rostro y el Evangelio en vuestras manos. Salid a las calles de vuestras parroquias y buscad a los ancianos que viven solos”, porque “la vejez no es una enfermedad, es un privilegio”.

“Dios tiene un pueblo numeroso de abuelos en todo el mundo”, insistió, dando las gracias a todos los que “dedicáis vuestras energías pastorales a los abuelos y a los ancianos”.

El Papa, a los ancianos by Religión Digital on Scribd

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