El Papa preside la ordenación episcopal de monseñor Wachowski León XIV al nuevo nuncio en Irak: "El pueblo te reconocerá no por lo que digas, sino por cómo amarás"
Esta tarde, 26 de octubre, en la Basílica Vaticana, el Romano Pontífice preside la Misa de ordenación episcopal de monseñor Mirosław Stanisław Wachowski, nuevo representante pontificio en Bagdad. Se trata de la primera de su pontificado
En la homilía, le pide que fomente la "convivencia pacífica" y que colabore "de manera constructiva" con las otras religiones, en una tierra "marcada por el dolor y el deseo de renacimiento"
| Sebastián Sansón Ferrari
(Vatican News).- "El obispo está llamado a sembrar con paciencia, a cultivar con respeto, a esperar con esperanza". Con estas palabras, el papa León XIV presentó la misión que hoy recibe Mons. Mirosław Stanisław Wachowski, arzobispo titular electo de Villamagna de Proconsolare y nuevo Nuncio Apostólico en Irak, ordenado este domingo 26 de octubre en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro.
El Santo Padre abrió su homilía en esta eucaristía, la primera ordenación episcopal que preside desde el comienzo de su ministerio petrino, destacando la alegría de la Iglesia de Roma "junto con la Iglesia universal, exultando por el don de un nuevo Obispo", y evocó el lema del arzobispo polaco: Gloria Deo Pax Hominibus. Un programa de vida que, explicó, "busca siempre que la gloria de Dios resplandezca en la paz entre los hombres".
La humildad, fundamento del ministerio episcopal
Meditando sobre el Evangelio del fariseo y el publicano, el Pontífice recordó que el obispo debe cultivar ante todo la actitud del hombre que "no se atreve a levantar la mirada" y repite: "Oh Dios, ten piedad de mí, pecador" (Lc 18,13).
"La primera lección para todo obispo: la humildad", afirmó el Papa, aclarando que no se trata de una humildad de apariencias, sino de "la que habita en el corazón de quien sabe que es siervo, no dueño; pastor, no propietario del rebaño".
El Santo Padre aseguró sentirse conmovido al pensar en la oración humilde que desde Oriente "se eleva desde hace siglos como incienso", y añadió que el clamor confiado de los fieles de Irak "no se apaga, y hoy la Iglesia universal se une a ese coro de confianza que atraviesa las nubes y toca el corazón de Dios".
Un pastor con raíces firmes
León XIV dedicó un pasaje entrañable a la historia y personalidad del nuevo arzobispo. "Vienes de una tierra de lagos y bosques", le dijo, donde aprendió "la sobriedad y la fortaleza" y la "disciplina del corazón".
Asimismo, invitó al nuevo prelado a custodiar esas raíces como una verdadera formación espiritual:
"La fecundidad nace de la espera y de la fidelidad: dos palabras que también definen el ministerio episcopal".
Recordó también su recorrido en el servicio a la Santa Sede, ejercido "como obediencia a la verdad del Evangelio, con discreción y competencia, con respeto y dedicación", y agradeció su entrega durante los años en Senegal, Polonia, Viena y en la Secretaría de Estado.
Diplomacia al servicio de la comunión
El Santo Padre profundizó en la misión del Representante Pontificio, inspirándose en la Carta Apostólica Sollicitudo omnium Ecclesiarumde San Pablo VI:
"El Representante Pontificio es signo de la solicitud del Sucesor de Pedro por todas las Iglesias".
Por eso subrayó:
"El Nuncio Apostólico no es un diplomático cualquiera: es el rostro de una Iglesia que acompaña, consuela, construye puentes".
Su tarea, recalcó, "no es defender intereses de parte, sino servir a la comunión".
Y en Irak, donde la fe ha sido tantas veces purificada por el dolor, este servicio adquiere "un significado especial".
Irak: tierra con memoria apostólica y sed de paz
El Papa subrayó la riqueza espiritual del país donde será enviado el nuevo Nuncio: "Es un mosaico de ritos y de culturas, de historia y de fe, que pide ser acogido y custodiado en la caridad".
Allí donde "se ora en la lengua que hablaba Jesús", la presencia cristiana, de origen apostólico, "la violencia […] no ha podido apagar".
Recordó también el Viaje Apostólico del Papa Francisco en 2021 —"peregrino de fraternidad"—, y pidió al nuevo Nuncio continuar ese camino: "a custodiar los brotes de esperanza" y "a fomentar la convivencia pacífica".
"Te reconocerán por cómo amarás"
En su exhortación final, el Santo Padre pidió a Mons. Wachowski ser "hombre de comunión y de silencio, de escucha y de diálogo", y le advirtió que su testimonio será lo más elocuente:
"En Irak, el pueblo te reconocerá no por lo que digas, sino por cómo amarás"
Finalmente, lo confió a la intercesión de la Reina de la Paz y de los santos vinculados a la tradición mesopotámica, rezando para que "la gloria de Dios ilumine tu camino y que la paz de Cristo habite donde tú pongas tus pasos".
Porque, concluyó el Papa, ese es el deseo profundo del nuevo Obispo y de toda la Iglesia:
"Gloria Deo, Pax Hominibus".
En el Servicio Diplomático de la Santa Sede desde 2004
Monseñor Wachowski nació en Pisz, Polonia, el 8 de mayo de 1970. Fue ordenado sacerdote el 15 de junio de 1996, incardinándose en la Diócesis de Ełk. Es licenciado en Derecho Canónico.
Ingresó en el Servicio Diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 2004, y prestó sus servicios en las Representaciones Pontificias en Senegal, en la Misión Permanente ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (O.I.E.A.), la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (O.S.C.E.) y la Oficina de las Naciones Unidas e Instituciones Especializadas en Viena, en la Nunciatura Apostólica en Polonia y, por último, en la Sección para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Secretaría de Estado.
Fue nombrado subsecretario para las Relaciones con los Estados el 24 de octubre de 2019. Habla italiano, inglés, francés, español y ruso.
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