El papa proclama también beata a la laica calabresa María Antonia Samà El cura Mariano José Ibargüengoitia y la religiosa María Félix Torres, camino de los altares

María Félix Torres, camino de los altares
María Félix Torres, camino de los altares

Mariano José de Ibargüengoitia y Zuloaga, bilbaíno, fue el cofundador del Instituto de las Siervas de Jesús de la Caridad

María Félix Torres fundó la Compañía del Salvador, aprobada por la Santa Sede en 1986

La nueva beata será María Antonia Samà, una laica de Calabria, nacida el 2 de marzo de 1875 en Sant'Andrea Jonio, en la provincia de Catanzaro

La gente del pueblo la llama "la monja de San Bruno": vienen a ella para pedirle consejos y oraciones, vienen a encontrar paz y serenidad

El papa Francisco reconoció las "virtudes heroicas" del sacerdote español Mariano José de Ibargüengoitia y Zuloaga (1815-1888) y de la religiosa María Félix Torres (1907-2001), abriendo así sus procesos de canonización. El pontífice autorizó este viernes al prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Becciu, a promulgar los decretos de apertura del proceso, informó hoy la Santa Sede.

Mariano José de Ibargüengoitia y Zuloaga, bilbaíno, fue el cofundador del Instituto de las Siervas de Jesús de la Caridad.

La religiosa María Félix Torres nació en agosto de 1907 en la localidad aragonesa de Albelda y falleció en 2001 en Madrid. En vida fundó la Compañía del Salvador, aprobada por la Santa Sede en 1986.

El papa ha reconocido sus "virtudes heroicas" como "Venerables Siervos de Dios". Esta es la primera etapa del proceso de canonización. La segunda es ser proclamado beato y la tercera y última fase, la santificación.

Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce "haber vivido las virtudes de manera heroica".

Mariano José
Mariano José

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado "por intercesión" después de ser proclamado beato.

La nueva beata será María Antonia Samà, una laica de Calabria, nacida el 2 de marzo de 1875 en Sant'Andrea Jonio, en la provincia de Catanzaro. Golpeada de niña por una grave enfermedad, quedó paralizada, con las rodillas levantadas. Obligada a acostarse en esta posición tan incómoda, María Antonia vive todo con fe e invita a quienes la visitan a confiar siempre en Dios, en cualquier situación.

La gente del pueblo la llama "la monja de San Bruno": vienen a ella para pedirle consejos y oraciones, vienen a encontrar paz y serenidad. Con ella rezan el Rosario tres veces al día. Murió a la edad de 78 años, el 27 de mayo de 1953, después de más de 60 años en cama ofreciendo todos sus sufrimientos al Señor.

Con el reconocimiento de las virtudes heroicas también se convirtieron en Venerables Siervos de Dios: Eusebio Francesco Chini (llamado Kino), sacerdote profeso de la Compañía de Jesús; nacido el 10 de agosto de 1645 en Segno (Italia) y muerto en Magdalena (México) el 15 de marzo de 1711; Angiolino Bonetta, laico de la Asociación de Trabajadores Silenciosos de la Cruz; nacido el 18 de septiembre de 1948 en Cigole (Italia) y fallecido aquí el 28 de enero de 1963.

María Antonio Samá
María Antonio Samá

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