El Papa aboga por la sinodalidad como fuente de comunión entre los seguidores de Jesús León XIV: "Nicea es una brújula que debe guiarnos hacia la plena unidad visible de todos los cristianos"

León XIV, Nicea, la sinodalidad y la unidad
León XIV, Nicea, la sinodalidad y la unidad Vatican Media

"El Concilio de Nicea  no es sólo un evento del pasado sino también una brújula que debe seguir sirviéndonos de guía hacia  la plena unidad visible de todos los cristianos. El primer Concilio ecuménico es fundamental para el  itinerario común que católicos y ortodoxos han emprendido juntos desde el Concilio Vaticano II"

"A través del diálogo teológico y con la ayuda de Dios,  obtendremos una mejor comprensión del misterio que nos une. Celebrando juntos esta fe de Nicea y  proclamándola juntos, avanzaremos hacia el restablecimiento de la completa comunión entre  nosotros"

Tengo la esperanza de que la preparación y la conmemoración conjunta del 1,700 aniversario del  Concilio de Nicea será una ocasión providencial «para profundizar y confesar juntos la fe cristológica y poner en práctica formas de sinodalidad entre los cristianos de todas las tradiciones»

En este año, en el que  todos los cristianos han celebrado la Pascua el mismo día, quisiera reafirmar la apertura de la Iglesia  católica para buscar una solución ecuménica que favorezca una celebración común de la resurrección  del Señor, dando así mayor fuerza misionera a nuestra proclamación del “el nombre de Jesús y la  salvación que nace de la fe en la verdad salvífica del Evangelio”

"El Concilio de Nicea no es sólo un evento del pasado sino también una brújula que debe seguir sirviéndonos de guía hacia  la plena unidad visible de todos los cristianos. El primer Concilio ecuménico es fundamental para el  itinerario común que católicos y ortodoxos han emprendido juntos desde el Concilio Vaticano II". El Papa León XIV recibió este sábado a los participantes del simposio “Nicea y la  Iglesia del Tercer Milenio: Hacia la Unidad Católico-Ortodoxa”, organizado conjuntamente por el  Œcumenicum ―Instituto para Estudios Ecuménicos del Angelicum― y la Asociación Internacional  Teológica Ortodoxa.

Y lo hizo siguiendo los pasos de Francisco, con la mirada puesta en el viaje que Bergoglio no pudo hacer al lugar donde se celebró el primer concilio de la historia de la Iglesia, y en el año en que, por primera vez en mucho tiempo, católicos y ortodoxos han celebrado juntos la Pascua. La víspera de la muerte de Bergoglio, a quienes todos recordaron.

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Pero más allá de miradas nostálgicas, Prevost alabó que "el Simposio esté firmemente orientado hacia el futuro", basado en la fe, la sinodalidad y la fecha de la Pascua. En el primero de los puntos, el Papa recalcó cómo el 1.700 aniversario de Nicea "representa  «una oportunidad inestimable para subrayar que lo que tenemos en común es mucho más fuerte,  cuantitativa y cualitativamente, que lo que nos divide".

El Papa, con participantes del simposio

"Estoy convencido -trazó Prevost- de que volviendo al Concilio  de Nicea y aprovechando juntos esta fuente común, seremos capaces de ver bajo una óptica diferente  los puntos que todavía nos separan (...). Celebrando juntos esta fe de Nicea y  proclamándola juntos, avanzaremos hacia el restablecimiento de la completa comunión entre  nosotros".

Respecto a la sinodalidad, camino inaugurado en Nicea, León XIV insistió en que "la contribución de los delegados fraternos de las Iglesias y comunidades eclesiales de oriente y de  occidente en el reciente Sínodo sobre la Sinodalidad que se tuvo aquí en el Vaticano, fue un valioso  estímulo para una más amplia reflexión sobre la naturaleza y la práctica de la sinodalidad".

Prevost, con un pope ortodoxo

Haciendo suyo el documento final del Sínodo, el Papa mostró su "esperanza de que la preparación y la conmemoración conjunta del 1,700 aniversario del  Concilio de Nicea será una ocasión providencial «para profundizar y confesar juntos la fe cristológica y poner en práctica formas de sinodalidad entre los cristianos de todas las tradiciones»".

Finalmente, sobre la fecha de la Pascua, Prevost hizo hincapié en que "en este año, en el que  todos los cristianos han celebrado la Pascua el mismo día, quisiera reafirmar la apertura de la Iglesia  católica para buscar una solución ecuménica que favorezca una celebración común de la resurrección  del Señor, dando así mayor fuerza misionera a nuestra proclamación del “el nombre de Jesús y la  salvación que nace de la fe en la verdad salvífica del Evangelio”". 

El Papa finalizó su discurso insistiendo en que hoy, víspera de Pentecostés, "la unidad que anhelan  los cristianos no será fruto, ante todo, de nuestros propios esfuerzos, ni se realizará mediante un  modelo o esquema preconcebido". Más bien, "la unidad será un don recibido “como Cristo quiere y por  los medios que Él quiere”, mediante la acción  del Espíritu Santo".

Foto de familia con el simposio de Nicea

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