Prevost saludó a los ancianos como"modelos genuinos de fe e inspiración para las jóvenes generaciones" El Papa recordó a las familias que sufren las guerras de Ucrania y Gaza y pidió a la Virgen que "nos ayude a caminar juntos por la vía de la paz"

Tras la misa multitudinaria ante más de 70.000 personas, el Papa León XIV rezó el regina coeli y, tras el rezo, repitió varias proclamas. En primer lugar agradeció la masiva presencia de familias de 131 países de todo el mundo. Familias que son "pequeñas iglesias domésticas, en las que el Evangelio es recibido y transmitido". Y en concreto, el Papa Prevost saludó a los ancianos ("modelos genuinos de fe e inspiración para las jóvenes generaciones").

El Papa también recordó a las religiosas asesinadas en Polonia en 1945 por la Armada Roja, que "no obstante el clima de odio y de terror contra la fe católica, continuaron sirviendo a los enfermos y a los niños".

A las nuevas beatas encomendó "a todas las religiosas que en el mundo se dedican con generosidad al Reino de Dios". Y terminó encomendado a la Virgen a las familias que sufren por la guerra, especialmente en Ucrania y en Gaza: "La Madre de Dios nos ayude a caminar juntos en la vía de la paz".

Saludos del Papa tras el regina coeli (texto no oficial)

Saludo a las familias, a los niños, a los abuelos y a los ancianos. Vosotros vinisteis de todas partes del mundo con delegaciones de 131 países. Estoy contento de acoger a tantos niños que reavivan nuestra esperanza. Saludo a todas las familias, pequeñas iglesias domésticas, en las que el Evangelio es recibido y transmitido.

La familia, decía San Juan Pablo II, tiene su origen del amor con el que el Creador abraza al mundo creado. Que la fe, la esperanza y la caridad crezcan siempre en nuestras familias. Un saludo especial a los abuelos y a los ancianos. Ustedes son un modelo genuino de fe e inspiración para las jóvenes generaciones. Gracias por haber venido.

Extiendo mi saludo a todos los peregrinos presentes, en particular a los de la diócesis de Mondovía en Piemonte. Hoy en Italia y en diversos países, se celebra la festividad de la Ascensión del Señor. Es una fiesta muy bonita que nos hace mirar a la meta de nuestro viaje terreno.

En este horizonte, recuerdo que ayer en Branievo, en Polonia, se ha beatificado a Cristófora Klonfas y a 14 hermana de la congregación de Santa Caterina, Virgen y Mártir, que fueron asesinadas en 1945 por los soldados de la Armada Roja en territorios de la hoy en día Polonia. No obstante el clima de odio y de terror contra la fe católica, continuaron sirviendo a los enfermos y a los niños.

A la intercesión de las nuevas beatas mártires, confiamos a todas las religiosas que en el mundo se dedican con generosidad al Reino de Dios. Gracias.

Recuerdo también el Día Mundial de las Comunicaciones Sociales y agradezco a los operadores de los medios que, cuidando la calidad ética de los mensajes, ayudan a las familias en su trabajo educativo.

La Virgen María bendiga a las familias y las sostenga en sus dificultades.  Especialmente a aquellas que sufren por la guerra en Medio Oriente, en Ucrania y en otras partes del mundo. La Madre de Dios nos ayude a caminar juntos en la vía de la paz.