"Una paz construida sobre matanzas nunca es una auténtica victoria" El Papa pide "un alto al fuego y negociaciones de paz", para acabar con "la guerra absurda y cruel" de Ucrania

Papa y bandera de Ucrania
Papa y bandera de Ucrania

"Pasado mañana, 24 de febrero, se cumplirá un año de la invasión de Ucrania. Un año del inicio de esta guerra absurda y cruel. Un triste aniversario"

"¿Podrá el Señor perdonar tanto crimen y tanta violencia? El es el Dios de la paz"

"Hago un llamamiento a todos los que tienen autoridad sobre las naciones, para que se empeñen concretamente por el final del conflicto, para alcanzar un alto al fuego y poner en marcha negociaciones de paz. Una paz construida sobre matanzas nunca es una auténtica victoria"

Al final de la audiencia del miércoles, el Papa Francisco tuvo un recuerdo especial para Ucrania, como viene siendo habitual en todas sus audiencias, dado que el próximo día 24 de febrero se cumplirá un año de su "invasión". Un año de lo que, para el Papa, es "una guerra absurda y cruel" y un "triste aniversario", del que miles de muertos, heridos, refugiados, destrucción, daños económicos y sociales hablan por sí solos".

En nombre del "Dios de la paz", Francisco se pregunta: "¿Podrá el Señor perdonar tanto crimen y tanta violencia?". Y pide a los creyentes que permanezcan cerca del "martirizado pueblo ucraniano, que sigue sufriendo", al tiempo que les invita a preguntarse: "¿Hemos hecho todo lo posible para detener la guerra?"

Por último y bajando a lo concreto, como siempre le gusta hacer al Papa, hace "un llamamiento a todos los que tienen autoridad sobre las naciones, para que se empeñen concretamente por el final del conflicto, para alcanzar un alto al fuego y poner en marcha negociaciones de paz". Porque "una paz construida sobre matanzas nunca es una auténtica victoria".

Balances de Solidaridad y  Educación democrática en el Aniversario del inicio de la Guerra
Balances de Solidaridad y Educación democrática en el Aniversario del inicio de la Guerra

Texto íntegro

Pasado mañana, 24 de febrero, se cumplirá un año de la invasión de Ucrania. Un año del inicio de esta guerra absurda y cruel. Un triste aniversario. Miles de muertos, heridos, refugiados, destrucción, daños económicos y sociales hablan por sí solos.

¿Podrá el Señor perdonar tanto crimen y tanta violencia? El es el Dios de la paz. Permanezcamos cercanos al martirizado pueblo ucraniano, que sigue sufriendo. Y preguntémonos: ¿Hemos hecho todo lo posible para detener la guerra?

Hago un llamamiento a todos los que tienen autoridad sobre las naciones, para que se empeñen concretamente por el final del conflicto, para alcanzar un alto al fuego y poner en marcha negociaciones de paz. Una paz construida sobre matanzas nunca es una auténtica victoria.

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