En la audiencia a la Fraternidad Romena y al Grupo Nain Francisco pide que los cristianos sean "sembradores de paz y amistad social"

Francisco, con la Fraternidad de Romena y el Grupo Naim
Francisco, con la Fraternidad de Romena y el Grupo Naim Vatican Media

Faro en las tinieblas de un mundo marcado por los conflictos, llamado a iluminar allí donde todo parece perdido. Este es, según Francisco, el corazón de la acción de inspiración evangélica vivida por la Fraternidad Romena recibida esta mañana en el Vaticano

A los 500 participantes en la audiencia, en donde participaron también miembros del Grupo Nain, les planteó la invitación a llevar adelante "el sueño de un mundo fraterno y solidario"

(Vatican News).- El mundo de hoy, marcado por la violencia y los conflictos, necesita fraternidad, paz y amistad social. Lo recordó Francisco en la audiencia en el Aula Pablo VI a unos 500 miembros de la Fraternidad de Romena, en la provincia de Arezzo, y del Grupo Nain. Acogida, cuidado y fraternidad, les dice el Pontífice, son tres experiencias que permiten que la luz del Evangelio se filtre y arriesgue en la oscuridad de la vida. Es la experiencia que viven quienes llegan cansados y oprimidos, entre la belleza de la naturaleza y el encanto del silencio, para pasar unos días en la antigua parroquia románica donde tiene su sede la Fraternidad de Romena, "un espacio de belleza, sencillez y escucha".

En el espíritu del Evangelio, en Romena "cualquiera puede sentirse a gusto": "el amor gratuito de Dios -observó el Obispo de Roma- no pone condiciones ni impone cargas sobre nuestros hombros, sino que simplemente nos acoge y nos ama gratuitamente".

"No pierdan nunca este espíritu, es más, trabajen siempre para cultivar este estilo de apertura y acogida, para seguir siendo un oasis de libertad, que expresa el amor infinito y gratuito de Dios por cada criatura", añadió el Papa.

Saber llorar juntos

La compasión de Jesús, la participación interior que le lleva a llorar con los que lloran y a curar las heridas, inspira el servicio ofrecido por el Grupo Nain, que acoge y sigue a lo largo del camino a los padres que han vivido el drama de la pérdida de un hijo: "Un dolor inmenso, inconsolable, que nunca debe trivializarse con palabras vacías y respuestas superficiales". Saber "llorar juntos", señala el Papa, es una vocación propia de Romena: "La parroquia fue construida, de hecho, en un tiempo de hambre y de crisis, para ser una pequeña luz en la oscuridad de aquel momento histórico". "Romena nos lo recuerda: ser cristiano significa ocuparse de los heridos y de los que sufren, encender pequeñas luces allí donde todo parece perdido".

Francisco, durante la audiencia a la Fraternidad Romena y al Grupo Nain
Francisco, durante la audiencia a la Fraternidad Romena y al Grupo Nain Vatican Media

En el corazón del estilo de vida Romena está la fraternidad, "un espacio en el que cultivar la belleza de estar juntos y descubrir en el rostro de cada uno un hermano al que amar", señaló el Papa, quien añadió: "Y quisiera decirles que ésta es también la profecía de Romena: llevar adelante el sueño de un mundo fraterno y solidario; ser sembradores de paz y amistad social. El mundo de hoy, marcado todavía por la violencia y los conflictos, tiene una gran necesidad de esto".

El cotilleo, una enfermedad infecciosa

Pero la amistad social está amenazada por una enfermedad infecciosa, advierte el Papa Francisco: el cotilleo. "Yo sé, conozco una medicina muy buena para las habladurías, que da buenos resultados, si quieren se la digo: morderse la lengua. Porque cuando uno tiene ganas de chismorrear, se muerde la lengua, la lengua se le hincha y entonces no puede...".

Audiencia del Papa a la Fraternidad Romena y al Grupo Naim
Audiencia del Papa a la Fraternidad Romena y al Grupo Naim Vatican Media

Francisco pidió a la Fraternidad que "siga practicando la hospitalidad fraterna, que ofrezca un lugar donde las personas puedan descansar la cabeza y donde cada uno pueda sentirse amado por Dios y parte de una fraternidad universal, la que el Padre quiso inaugurar en Jesús y que Jesús nos pide que construyamos junto a Él y con el Espíritu Santo".

La Fraternidad de Romena, se lee en la página web, "acoge a personas o parejas que piden vivir unos días compartiendo, ofreciendo trabajo, oración, momentos de silencio en sencillez y creatividad".

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