Recuerda que “María es catedral del silencio” y “también nuestras madres son magníficas catedrales del silencio” El Papa pide “el camino del diálogo, para superar las dificultades” en Nicaragua

El Papa pide paz
El Papa pide paz

"El silencio de la Madre es un rasgo hermoso. No es una simple ausencia de palabras, sino un silencio lleno de asombro y de adoración por las maravillas que Dios realiza"

"Con su silencio y humildad, María es la primera 'catedral' de Dios, el lugar donde Él y el hombre pueden encontrarse"

"Oremos a la Madre de Dios y Madre nuestra, para que en el nuevo año crezcamos en este amor manso, silencioso y discreto que genera vida, y abramos caminos de paz y reconciliación en el mundo"

En su primer ángelus del año, el Papa Francisco quiso glosar la figura de María, la Madre de Dios, “catedral del silencio”, y por extensión la figura de nuestras madres que, “con sus cuidados ocultos, con sus desvelos, son a menudo magníficas catedrales del silencio”. Y Bergoglio concluyó deseando “que en el nuevo año crezcamos en este amor manso, silencioso y discreto que genera vida, y abramos caminos de paz y reconciliación en el mundo”.

En los saludos tras el ángelus, el Papa recordó especialmente a Nicaragua y pidió que se siga “el camino del diálogo, para superar las dificultades”. "Sigo con preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de la libertad.  Les expreso a ellos, a sus familias y a toda la Iglesia mi cercanía en la oración. A la oración insistente les invito a todos los presentes y a todo el pueblo de Dios, mientras deseo que se busque siempre el camino del diálogo, para superar las dificultades. Recemos hoy por Nicaragua".

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Papa besa al Niño
Papa besa al Niño

 Las palabras del Papa en la oración del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas, ¡Feliz Año Nuevo!  

En este día, en el que celebramos a María Santísima Madre de Dios, pongamos bajo su mirada atenta el tiempo nuevo que nos ha sido dado. Que ella nos guarde durante este año.

Hoy el Evangelio nos revela que la grandeza de María no consiste en realizar algún hecho extraordinario, sino que, mientras los pastores se apresuran a Belén tras haber recibido el anuncio de los ángeles, (cf. Lc 2,15-16), ella permanece en silencio. El silencio de la Madre es un rasgo hermoso. No es una simple ausencia de palabras, sino un silencio lleno de asombro y de adoración por las maravillas que Dios realiza. San Lucas observa que "María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón" (2,19). De este modo, hace un lugar en su interior para Aquel que ha nacido; en silencio y adoración, pone a Jesús en el centro y da testimonio de Él como Salvador. 

Así, es Madre no sólo porque llevó a Jesús en su seno y lo dio a luz, sino porque lo da a luz, sin ocupar su lugar. Ella permanecerá en silencio incluso bajo la cruz, en la hora más oscura, y seguirá haciéndole un lugar y engendrándolo para nosotros. Un religioso y poeta del siglo XX escribió: "Virgen, catedral del silencio  / [...] tú llevas nuestra carne al paraíso / y a Dios en la carne" (D.M. TUROLDO, Laudario alla Vergine. "Via  pulchritudinis", Bolonia 1980, 35). “Catedral del silencio”: es una bella imagen. Con su silencio y humildad, María es la primera "catedral" de Dios, el lugar donde Él y el hombre pueden encontrarse. 

Pero también nuestras madres, con sus cuidados ocultos, con sus desvelos, son a menudo magníficas catedrales del silencio. Nos traen al mundo y luego continúan acompañándonos, muchas veces sin que nos demos cuenta, para que podamos crecer. Recordémoslo: el amor nunca sofoca, el amor hace un lugar para el otro y lo hace crecer. 

Papa y la Virgen que amamanta
Papa y la Virgen que amamanta

Hermanos y hermanas, al comienzo del nuevo año miremos a María y, con corazón agradecido, pensemos y miremos también a las madres, para aprender ese amor que se cultiva sobre todo en el silencio, que sabe dar espacio a los demás, respetando su dignidad, dejándolos libres para expresarse, rechazando toda forma de posesión, opresión y violencia. Hoy tenemos tanta necesidad de esto. Tanta necesidad de silencio para escucharnos. Como recuerda el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de hoy: "La libertad y la convivencia pacífica se ven amenazadas cuando los seres humanos ceden a la tentación del egoísmo, del interés personal, del afán de lucro y de la sed de poder”.  El amor, en cambio, está hecho de respeto y de amabilidad: de este modo derriba barreras y ayuda a vivir relaciones fraternas, a construir sociedades más justas y humanas, más pacíficas. 

Oremos a la Madre de Dios y Madre nuestra, para que en el nuevo año crezcamos en este amor manso, silencioso y discreto que genera vida, y abramos caminos de paz y reconciliación en el mundo. 

Saludos tras el ángelus

Gracias al señor presidente de la República italiana por la felicitación de año nuevo que me dirigió en su mensaje de fin de año. Le agradezco de corazón.

 Sigo con preocupación lo que está sucediendo en Nicaragua, donde obispos y sacerdotes han sido privados de la libertad.  Les expreso a ellos, a sus familias y a toda la Iglesia mi cercanía en la oración. A la oración insistente les invito a todos los presentes y a todo el pueblo de Dios, mientras deseo que se busque siempre el camino del diálogo, para superar las dificultades. Recemos hoy por Nicaragua

 No olvidemos Ucrania, Palestina e Israel, que estén en guerra. Recemos todos juntos por la paz.

Algunos de los sacerdotes 'desterrados' al Vaticano
Algunos de los sacerdotes 'desterrados' al Vaticano RD/Agencias

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