Sinodalidad, colegialidad y unidad, mensaje del Papa a los obispos italianos León XIV: "La profecía no exige rupturas, sino opciones valientes, propias de una verdadera comunidad eclesial"

Prevost, con los obispos italianos
Prevost, con los obispos italianos Vatican Media

Prevost, con Francisco, recuerda que "la profecía no exige rupturas, sino opciones valientes, propias de una verdadera comunidad eclesial: llevan a dejarse «perturbar» por los acontecimientos y las personas, y a sumergirse en las situaciones humanas, animados por el espíritu sanador de las Bienaventuranzas"

Les invita a "discernir las formas de hacer llegar a todos la Buena Nueva, con acciones pastorales capaces de interceptar a los más alejados y con instrumentos adecuados para la renovación de la catequesis y de los lenguajes del anuncio", a "desarrollar una atención pastoral sobre el tema de la paz" y a estar atentos a la Inteligencia Artificial

"Anuncio del Evangelio, paz, dignidad humana, diálogo: estas son las coordenadas a través de las cuales podréis ser Iglesia que encarna el Evangelio y es signo del Reino de Dios"

"No temáis tomar decisiones valientes. Nadie podrá impedirles estar cerca de la gente, compartir la vida, caminar con los últimos, servir a los pobres. Nadie podrá impedirles anunciar el Evangelio, y es el Evangelio lo que estamos enviados a llevar, porque es de esto de lo que todos, nosotros los primeros, necesitamos para vivir bien y ser felices"

"Queridos hermanos, caminemos juntos, con alegría en el corazón y el canto en los labios. Dios es más grande que nuestras mediocridades: ¡dejémonos atraer por Él!". El Papa León XIV lanzó esta mañana un rotundo mensaje de sinodalidad, colegialidad y unidad durante su encuentro con los obispos italianos, el primero desde que fue elegido Obispo de Roma.

Con el recuerdo a Francisco siempre presente, Prevost recordó al episcopado transalpino que "la profecía no exige rupturas, sino opciones valientes, propias de una verdadera comunidad eclesial: llevan a dejarse «perturbar» por los acontecimientos y las personas, y a sumergirse en las situaciones humanas, animados por el espíritu sanador de las Bienaventuranzas", al tiempo que les invitó a "seguir adelante en la unidad, pensando especialmente en el Camino sinodal", mirando "al mañana con serenidad".

Consigue el libro despedida al papa Francisco

"No temáis tomar decisiones valientes. Nadie podrá impedirles estar cerca de la gente, compartir la vida, caminar con los últimos, servir a los pobres. Nadie podrá impedirles anunciar el Evangelio, y es el Evangelio lo que estamos enviados a llevar, porque es de esto de lo que todos, nosotros los primeros, necesitamos para vivir bien y ser felices", incidió el Papa, quien animó a los obispos de Italia a "cuidar de que los fieles laicos, alimentados con la Palabra de Dios y formados en la doctrina social de la Iglesia, sean protagonistas de la evangelización en los lugares de trabajo, en las escuelas, en los hospitales, en los ambientes sociales y culturales, en la economía, en la política".

El Papa, con los obispos italianos

Todo ello, con una mirada pastoral, y global, al tema de la paz. "La paz no es una utopía espiritual: es un camino humilde, hecho de gestos cotidianos, que entrelaza la paciencia y el coraje, la escucha y la acción. Y que hoy, más que nunca, exige nuestra presencia vigilante y generativa", y con una mirada distinta ante "los desafíos que interpelan el respeto por la dignidad de la persona humana". Entre ellos, "la inteligencia artificial, las biotecnologías, la economía de los datos y las redes sociales", que "están transformando profundamente nuestra percepción y nuestra experiencia de la vida".

La dignidad del ser humano corre el riesgo de ser aplastada u olvidada, sustituida por funciones, automatismos, simulaciones. Pero la persona no es un sistema de algoritmos: es criatura, relación, misterio

En este escenario, "la dignidad del ser humano corre el riesgo de ser aplastada u olvidada, sustituida por funciones, automatismos, simulaciones. Pero la persona no es un sistema de algoritmos: es criatura, relación, misterio", subrayó Prevost, reclamando a los obispos "que el camino de las Iglesias en Italia incluya, en coherente simbiosis con la centralidad de Jesús, la visión antropológica como instrumento esencial del discernimiento pastoral", porque "sin una reflexión viva sobre lo humano —en su corporeidad, en su vulnerabilidad, en su sed de infinito y en su capacidad de vínculo—, la ética se reduce a un código y la fe corre el riesgo de desencarnarse".

León XIV, con los obispos italianos

Junto a ello, "los principios de la colegialidad que fueron elaborados por el Concilio Vaticano II". "Estáis llamados a vivir vuestro ministerio: en colegialidad entre vosotros y en colegialidad con el sucesor de Pedro", recalcó, apuntando a la necesidad de "una sana cooperación con las autoridades civiles", pese a los "nuevos retos, relacionados con el secularismo, una cierta desafección hacia la fe y la crisis demográfica".

"Se trata de discernir las formas de hacer llegar a todos la Buena Nueva, con acciones pastorales capaces de interceptar a los más alejados y con instrumentos adecuados para la renovación de la catequesis y de los lenguajes del anuncio", añadió, invocando "hacer visible una Iglesia capaz de reconciliación". "Espero, pues, que cada diócesis pueda promover itinerarios de educación a la no violencia, iniciativas de mediación en los conflictos locales, proyectos de acogida que transformen el miedo al otro en oportunidad de encuentro. Que cada comunidad se convierta en una «casa de paz», donde se aprenda a desactivar la hostilidad a través del diálogo, donde se practique la justicia y se custodie el perdón", culminó.

Volver arriba