"Con sus voces ayudan a las comunidades a rezar, a abrir sus corazones al Señor" El Papa, a los pueri cantores: "En el mundo hay angustia, cantando hay gusto por la vida"

El Papa aplaude a los pueri cantores
El Papa aplaude a los pueri cantores

El Papa confía a los niños tres palabras clave: alegría, oración y humildad

"San Agustín enseñaba que 'cantar es propio de quien ama' y que quien canta reza dos veces. Es cierto: cantar es un acto de amor, y al hacerlo rezamos con palabras y música, con el corazón y la voz, con devoción y arte"

Y de nuevo el Papa señala que "el canto es una escuela de humildad", ante todo "porque el cantante, incluso en las partes solistas, está siempre inserto en un coro", donde "todos están al servicio de todos"

(Vatican News).- El Papa se reúne con la Federación Internacional Pueri Cantores y afirma que los coros ayudan a las comunidades a rezar y a abrir su corazón a Dios: cantar es un acto de amor, y al hacerlo rezamos con palabras y música, con el corazón y la voz, con devoción y arte.

Es un ambiente festivo el que acoge al Papa Francisco en el Aula Pablo VI, donde se han reunido más de tres mil Pueri cantores. La audiencia a su Federación Internacional comienza con una canción, muy apreciada por el Pontífice, que los aplaude diciendo: "¡Canten bien eh!" y luego en su discurso subraya lo importante que es el papel de un coro.

Con sus voces ayudan a las comunidades a rezar, a abrir sus corazones al Señor, y esto es fundamental para la vida de la Iglesia.

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Pueri cantores

El mundo necesita alegría

El Papa confía a los niños tres palabras clave: alegría, oración y humildad. En cuanto a la primera, explica que "cantar es alegría, sobre todo cuando se hace en un coro". Generaciones de niños y jóvenes han dedicado "tiempo y esfuerzo a aprender, interpretar" y transmitir composiciones musicales, señala Francisco, y cuando se pone "entusiasmo en el canto", se hace "un gran regalo" a quienes escuchan.

¡Hay tanta necesidad de alegría en el mundo! Muchas personas, incluidos los jóvenes, son prisioneros de la angustia o el aburrimiento; el canto y la música pueden tocar los corazones, dar belleza y devolver el entusiasmo y la esperanza por la vida.

Quien canta reza dos veces: con la letra y con la música

Cantar la oración ayuda a los demás a rezar, añade el Papa, desarrollando su reflexión sobre la segunda palabra clave y recomendando que cada cantante mantenga siempre "su corazón cerca de Jesús", tanto en el canto como en la oración cotidiana. Porque si el "corazón está lleno de amor por Jesús, esto se transpira en las voces y es como una flecha que da en el blanco, llegando al corazón de las personas".

San Agustín enseñaba que "cantar es propio de quien ama" y que quien canta reza dos veces. Es cierto: cantar es un acto de amor, y al hacerlo rezamos con palabras y música, con el corazón y la voz, con devoción y arte.

Al cantar y rezar "juntos, en armonía", escuchándose, esperándose, "insertando los ritmos de cada uno en el ritmo de todos", se ayuda a la comunidad a hacer lo mismo, aclara Francisco. De los coros, en la práctica, se aprende "lo hermoso que es caminar y crecer juntos".

Pueri cantores

El canto es una escuela de humildad

Y de nuevo el Papa señala que "el canto es una escuela de humildad", ante todo "porque el cantante, incluso en las partes solistas, está siempre inserto en un coro", donde "todos están al servicio de todos", y luego porque estando "al servicio de Dios" y ayudando "a los demás a encontrarse con el Señor, sabe también apartarse en el momento oportuno, para dejar espacio al silencio". Y es aquí donde "cada uno puede escuchar en secreto las palabras que sólo Jesús sabe decir a cada uno de nosotros".

Francisco señaló que el "cantante que intenta ponerse en el centro, o prevalecer sobre los demás, no es un buen cantante, es más, a menudo corre el riesgo de arruinar el trabajo de todos", por lo que recomendó a los chicos de la Federación Pueri Cantores que no intenten figurar, sino que se esfuercen por fundirse "juntos, para que en la unidad, que nace de la humildad", el canto "exprese la verdadera amistad, con Dios, con los demás y entre vosotros".

Un compromiso común que da frutos

Una última lección, para el Papa, hay que aprender de un coro: si "cantar bien juntos requiere esfuerzo, igual que vivir bien juntos requiere esfuerzo", la armonía de las interpretaciones, la luz que brilla en los rostros de los cantantes y la belleza de las voces ayudan a "comprender que merece la pena".

Papa y pueri cantores

Discurso completo del Papa

Queridos chicos y chicas, hermanos y hermanas, buenos días y bienvenidos. 

Saludo a su Presidente, el maestro Jean Henric, a los presidentes nacionales presentes, a cuantos les acompañan y a todos ustedes, cantores, que me han acogido con un hermoso canto y que con su presencia llenan de vida esta aula. Lo que hacen es muy importante, porque con sus voces ayudan a las comunidades a rezar, a abrir el corazón al Señor, y esto es fundamental para la vida de la Iglesia. Les agradezco mucho, y quisiera confiarles tres palabras claves para su servicio: alegría, oración y humildad. 

Comencemos por la alegría. El canto es alegría, especialmente cuando se hace en coro. Y la alegría de su canto es un regalo que han recibido de quienes han compuesto las partituras que interpretan, de quienes se las enseñan y de quienes se las han trasmitido, a veces incluso a través de los siglos. Piensen en cuántos niños y niñas han cantado las notas que ustedes entonan. Eran niños y niñas, chicos y chicas como ustedes, llenos de vida y de sueños, a los que les gustaba jugar y estar juntos, y que han dedicado generosamente, como ustedes, tiempo y esfuerzo para aprender, interpretar y de ese modo hacer llegar también a nosotros lo que han recibido. Esto es muy hermoso, recibir un preciado don y trasmitirlo enriquecido por la propia alegría. Como dice la Biblia: «Dios ama al que da con alegría» (cf. 2 Co 9,7). Por eso, cuando ustedes ponen su entusiasmo en el canto, ofrecen un gran regalo a quienes los escuchan. ¡Hay tanta necesidad de alegría en el mundo! Muchas personas, incluso jóvenes, son prisioneras de la angustia, o del aburrimiento; el canto y la música pueden hacen vibrar los corazones, regalar belleza y restituir gusto y esperanza por la vida. 

Segunda palabra, la oración. Ustedes no son simples artistas, no hacen espectáculos. Ayudan a los demás a rezar con su oración cantada. Entonces es importante que cada uno de ustedes tenga el corazón cerca de Jesús, no sólo cuando cantan, sino siempre, y esto se hace en la oración, cada día. Si sus corazones están llenos de amor a Jesús, esto se transparenta en las voces y es como una flecha que da de lleno en el blanco, llegando al corazón de las personas. San Agustín enseñaba que «cantar es propio de quien ama» (Sermón 336, 1: PL 38, 1472) y que quien canta reza dos veces. Es verdad, cantar es un acto de amor, y haciéndolo rezamos con las palabras y con la música, con el corazón y con la voz, con la devoción y con el arte. Así, cuando ustedes cantan “Señor, ten piedad”, o bien “Santo, santo, santo”, o también “el Señor es mi pastor”, sienten con el corazón lo que dicen, porque han encontrado a Dios que es generoso en el perdón, es Santo, es bueno y está atento a todas nuestras necesidades, y camina siempre con nosotros.

Papa y Pueri cantores

Pero no sólo eso. Cantando y rezando juntos, en armonía, escuchándose, esperándose, introduciendo los ritmos de cada uno en el ritmo de todos, ustedes ayudan a la comunidad a hacer lo mismo, y enseñan que hermoso es caminar y crecer juntos. Por último, la humildad. El canto es una escuela de humildad, porque el cantor, incluso en las partes del solista, está siempre encuadrado en un coro, que lo supera y en el que todos están al servicio de todos, incluso el maestro que dirige. Su canto, además, es incluso más humilde, porque está al servicio de Dios y, por tanto, mientras ayuda a los demás a encontrar al Señor, sabe también hacerse a un lado en el momento justo, para dejar espacio al silencio, donde cada uno puede escuchar en el secreto las palabras que sólo Jesús sabe decir a cada uno de nosotros. Un cantor que busca ser el foco de la atención, o de prevalecer sobre los otros, no es un buen cantor, más aún, con frecuencia se arriesga a destruir el trabajo de todos, y esto se siente enseguida. Por eso, no busquen sobresalir, esfuércense más bien por fundirse en el conjunto, para que en la unidad, que nace de la humildad, su canto exprese amistad auténtica, con Dios, con los demás y entre ustedes. 

Y quisiera decirles una última cosa. A pesar de estar aquí presentes tantos de ustedes, cuando cantaban, hace un rato, parecía uno sólo. Esto no es una casualidad, es posible porque han estudiado sus partes, han hecho los ensayos, se han comprometido, y también esto es un mensaje importante para todos. Cantar bien juntos requiere esfuerzo, como el esfuerzo que es necesario para vivir bien juntos. Ustedes, sin embargo, con la armonía de sus interpretaciones, con la luz de sus rostros y la hermosura de sus voces, nos ayudan a entender que esto merece la pena. 

Queridos chicos, ¡cuántas cosas enseña la música! Y con más razón la música sagrada, cuya alma es la Palabra de Dios. Ustedes son afortunados por haber recibido este don y, cuando lo comparten, son afortunados quienes los escuchan. Gracias por su servicio. Sigan realizándolo con pasión, bajo la guía de sus educadores. Los bendigo de corazón. Y les recuerdo, no se olviden de rezar por mí. Gracias. ¡Y buen camino en este nuevo año! 

pueri cantores

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