“Esta historia no puede permanecer oculta de por vida”, clama el hermano de la joven desaparecida Pietro Orlandi: "La Iglesia se vendría abajo si saliera toda la verdad sobre el caso de Emanuela"

“Siempre hemos dado la máxima confianza al Vaticano, pero con el tiempo me he convencido de que el asunto se originó allí. Los que saben cosas y no dicen nada son cómplices, y hay muchos cómplices ahí”. Quien así se expresa es Pietro Orlandi, hermano de la joven Emanuela, la hija de un empleado del Vaticano desaparecida en misteriosas circunstancias en junio de 1983. 

En su intervención durante la presentación en Roma de La ragazza scomparsa (La chica que desapareció), la nueva novela del magistrado Giancarlo Capaldo inspirada en la historia de Emanuela, Pietro Orlandi ha lamentado que el caso siga sin ser esclarecido casi 40 años después. Y culpa de ello a la Santa Sede. “El Vaticano ha traicionado a Emanuela y a mi familia, nos ha dado la espalda”, lamenta. 

En un misterio que ha comprometido a los tres últimos papas, tampoco Francisco queda exento del recelo de Pietro Orlandi. “Estoy convencido de que el papa Francisco está al tanto de la historia, porque es quien más ha levantado un muro sobre el asunto. Ahora debería dar un paso importante para recuperar el cuerpo, porque sería una demostración de tener una conciencia cristiana: él representa a Jesucristo en la tierra, y no deberían seguir manteniendo todo oculto como han estado haciendo durante 38 años”, asegura.

Tras cuatro décadas exigiendo justicia, Petro Orlandi considera que “la verdad es demasiado pesada para la imagen de la Iglesia, todo se vendría abajo si saliera a la luz”. Aún así, cree que ha llegado el momento de que el Vaticano adopte una posición seria. “Esta historia no puede permanecer oculta de por vida”, resume.

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