Misa por el I Centenario de la relación entre los dos estados Parolin encomienda a san Óscar Romero las relaciones diplomáticas Vaticano-El Salvador

Pietro Parolin
Pietro Parolin

El Vaticano celebró hoy el primer centenario de sus relaciones con El Salvador en una misa oficiada por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin

La misa tuvo lugar en la basílica papal Santa María La Mayor, ante un nutrido grupo de embajadores de países latinoamericanos, entre ellos el salvadoreño, Manuel Roberto López

El cardenal recordó a san Óscar Romero, arzobispo asesinado en 1980 mientras oficiaba misa, e hizo hincapié en los desafíos que afronta el país centroamericano y el compromiso de la Iglesia para "promover el desarrollo espiritual y humano"

El Vaticano celebró hoy el primer centenario de sus relaciones con El Salvador en una misa oficiada por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, que encomendó los vínculos diplomáticos entre ambas partes a San Óscar Arnulfo Romero.

La misa tuvo lugar en una de las cuatro basílicas papales de la capital italiana, la de Santa María La Mayor, ante un nutrido grupo de embajadores de países latinoamericanos, entre ellos el salvadoreño, Manuel Roberto López, informa "Vatican News".

Durante su homilía, Parolin trasladó a la misión diplomática del Salvador allí presente las palabras del papa Francisco, que "reza por todo el pueblo salvadoreño", y agradeció a Dios "por los abundantes frutos que se han cosechado" en estos cien años.

El cardenal recordó a San Óscar Romero, arzobispo asesinado en 1980 por los escuadrones de la muerte mientras oficiaba misa y hecho santo en 2018, como "una figura que con su ejemplo y ánimo une a todos los salvadoreños e infunde fe y esperanza en el corazón" de toda América Latina.

ÓScar Arnulfo Romero

También habló de los difíciles años pasados de una guerra que "sembró muerte, violencia, divisiones y rencores, impidiendo avanzar por los caminos de la justicia”, pero hizo hincapié en los desafíos que afronta el país centroamericano.

Entre estos citó "la violencia, el degrado del medio ambiente, la emigración, también de jóvenes y niños, con sus graves consecuencias en el ámbito personal y familiar, y la triste situación" creada por la pandemia del coronavirus, que obstaculiza, dijo, el progreso.

Parolin reiteró el empeño de la Iglesia católica en colaborar con El Salvador para "promover el pleno desarrollo espiritual y humano", así como "el logro de la paz y de la reconciliación, en el respeto ilimitado de todos los derechos humanos, en particular el derecho a la vida".

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