Estos son los principales cambios en los cuestionarios que manejan las nunciaturas Roma vetará a candidatos a obispo que traten mal a religiosas o no sean diligentes en casos de abusos

¿Ha tenido alguna conducta inapropiada en el trato con menores o la gestión de casos de abusos? ¿Trata a las religiosas como siervas? Si es así, y es usted un sacerdote con opciones de alcanzar el episcopado, olvídese de la mitra y de la cruz pectoral. La Santa Sede ha actualizado el cuestionario con el que las nunciaturas recaban información para futuros obispos, y los temas relacionados con la infancia y los abusos de poder son claves.

Este jueves, el Kölner Stadt-Anzeiger publicaba dicho cuestionario, con sensibles diferencias respecto a los anteriores. El principal es el relativo a la actuación con menores, tanto directamente como en la gestión de escándalos. Así, los encuestados deberán proporcionar información sobre si el candidato a obispo ha abordado casos de maltrato infantil o abusos "de manera adecuada y justa" o si, por el contrario, hay alguna tacha de este tipo en su historial. Anteriormente, sólo los casos de abusos o encubrimiento podían ser una rémora para el episcopado.

Junto a ello, la otra novedad viene motivada por la que muchos consideran el escándalo de futuro en la Iglesia, la 'revolución' de las religiosas maltratadas o con síndrome del 'burn out'. Así, el Vaticano quiere saber si los futuros obispos tratan con cuidado a las religiosas, o si las consideran poco menos que unas sirvientas, relegadas a tareas del hogar o al cuidado del clérigo en cuestión.

Cualquier comportamiento que pueda suponer "una molestia o un escándalo" podrían incapacitar a cualquiera para ejercer el episcopado.

Ordenación de mujeres o 'Humanae Vitae'

Otras de las preguntas hacen referencias a las actitudes ante el sacerdocio, el servicio o la obediencia, o temas polémicos, como la ordenación de mujeres, la defensa de la vida o la ética y moral sexual. En esta ocasión, y a diferencia de cuestionarios anteriores, no aparece la referencia explícita a la 'Humanae Vitae'.

Hoy, como hace 20 años, se pide a los entrevistados toda una serie de datos además de su ortodoxia, como el aspecto externo de los candidatos, posibles enfermedades hereditarias, nivel de educación, interés por la actualidad mundial, interacción con la gente, experiencia en la atención pastoral o cualidades de liderazgo.