El nombramiento como 'ministro' del actual archivero se dará "dentro de unos días" El cardenal Tolentino será el nuevo responsable del Dicasterio para la Cultura y la Educación del Vaticano

(7MARGENS).- El cardenal portugués José Tolentino Mendonça, actual archivero y bibliotecario de la Santa Sede, será nombrado "dentro de unos días" nuevo responsable del nuevo Dicasterio para la Cultura y la Educación del Vaticano, según ha sabido 7MARGENS de fuentes eclesiásticas.

Según algunos indicadores, la cita podría tener lugar ya a principios de la próxima semana. Será una de las consecuencias de la entrada en vigor de la nueva constitución Praedicate Evangelium ("Proclamad el Evangelio"), que regula y renueva el funcionamiento de la Curia Romana.

En el nuevo cargo de prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación (DCE), que ya se preveía que podría ser ocupado por el cardenal portugués, Tolentino Mendonça asumirá las responsabilidades que hasta ahora estaban atribuidas a la Congregación para la Educación Católica y al Consejo Pontificio para la Cultura. En otras palabras, como recordó 7MARGENS en junio, la red de escuelas católicas de todo el mundo, con 1360 universidades católicas y 487 universidades y facultades eclesiásticas con 11 millones de estudiantes y otras 217 mil escuelas con 62 millones de niños, estarán bajo su tutela. En la otra cartera que quedará bajo su tutela, el cardenal Tolentino coordinará el diálogo de la Iglesia universal con el mundo de la cultura, no sólo con la literatura o las artes y el patrimonio, sino también con el deporte, la ciencia y la inteligencia artificial, como señaló en junio el semanario católico inglés The Tablet.

Sustituto de Ravasi y Versaldi

En este nuevo cargo, Tolentino Mendonça sustituirá al cardenal Gianfranco Ravasi, que cumple 80 años (la edad límite para votar en un eventual cónclave) en octubre, y el cardenal Giuseppe Versaldi, que cumplió 79 años a finales de julio, dejará el antiguo Consejo Pontificio de la Cultura.

En el nuevo Dicasterio para la Cultura y la Educación, Tolentino Mendonça se encontrará con monseñor Carlos Azevedo, hasta ahora "delegado" del Consejo Pontificio para la Cultura que sugirió al Papa el nombre de Tolentino para guiar los ejercicios espirituales de la Cuaresma de 2018, lo que luego llevó al nombramiento del actual prefecto de la Biblioteca Apostólica del Vaticano para ese cargo en julio siguiente. Pero sería difícil que dos portugueses permanecieran en puestos tan destacados, al frente de un Dicasterio de tanta importancia. Por tanto, es de esperar que Carlos Azevedo sea nombrado para otro puesto.

Con este nombramiento, Tolentino Mendonça también vuelve, en cierto modo, a su primera "casa" en la Curia Romana: entre 2011 y 2018 el entonces sacerdote fue consultor del Consejo para la Cultura, participando en reuniones periódicas de este órgano. A partir de febrero de 2020, se incorporó al CPC como miembro, es decir, como uno de los oficiales, que se reúnen con mayor frecuencia y establecen las prioridades y las acciones a desarrollar.

Pasos de la nueva constitución apostólica

En su nuevo cargo, el cardenal Tolentino, que cumplirá 57 años a finales de año, combinará también varias facetas del trabajo que ya ha realizado en Portugal: además de poeta, teólogo y biblista, fue quien promovió el Secretariado de Pastoral de la Cultura, cuando la Conferencia Episcopal decidió crear ese organismo; capellán y vicerrector de la Universidad Católica Portuguesa (UCP), fue también quien hizo que la Iglesia reconociera la labor de varias personalidades que, aunque en la órbita católica, no eran valoradas por la institución: el cineasta Manoel de Oliveira, el actor y director Luís Miguel Cintra, la artista Lourdes Castro, el sacerdote y científico Luís Archer, el arquitecto Nuno Teotónio Pereira, la clasicista Maria Helena Rocha Pereira o el poeta Fernando Echevarría, entre otros.

Este nombramiento es un paso más en la reordenación que el Papa Francisco está haciendo de los cargos de la Curia Romana, teniendo en cuenta la nueva constitución Praedicate evangelium, que ahora regula el funcionamiento de la estructura central de la Iglesia Católica. Este documento entró en vigor a principios de junio y, entre otros cambios, prevé la posibilidad de que cualquier hombre o mujer bautizado -y ya no sólo un cardenal- pueda dirigir un dicasterio, establece un límite de cinco años para la mayoría de los mandatos, al tiempo que da prioridad absoluta a la evangelización.

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