El Consejo para el Diálogo Interreligioso les desea un "sereno y fructífero" Ramadán El Vaticano invita a los musulmanes a "derribar juntos los muros de miedo e ignorancia"

Los musulmanes españoles celebran Ramadán
Los musulmanes españoles celebran Ramadán Agencias

"Los musulmanes y los cristianos, estamos llamados a abrirnos a los demás, conociéndolos y reconociéndolos como hermanos y hermanas", recuerda el Secretario del Pontificio Consejo, Miguel Ayuso Guixot

Invita a cristianos y musulmanes a "tratar juntos de construir puentes de amistad que son fundamentales para el bien de toda la humanidad", en aras de cultivar "una nueva forma de vida en la que se rechaza la violencia y se respeta a la persona humana"

El Vaticano ha deseado hoy a los musulmanes una "pacífica y fructífera" celebración del mes sagrado de Ramadán por medio de un mensaje firmado por Miguel Ángel Ayuso Guixot, secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Llamando a "reforzar los lazos espirituales que compartimos en la amistad entre cristianos y musulmanes", Ayuso ha invitado a miembros de ambas tradiciones a tener el coraje de "abrirnos a los demás" para poder "derribar los muros levantados por el miedo y la ignorancia y tratar juntos de construir puentes de amistad que son fundamentales para el bien de toda la humanidad".

Este es el texto completo del mensaje Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso con ocasión del Ramadán

Cristianos y musulmanes: promover la fraternidad humana

Queridos hermanos y hermanas musulmanes:

El mes de Ramadán, dedicado al ayuno, la oración y la limosna, es también un mes para reforzar los lazos espirituales que compartimos en la amistad entre cristianos y musulmanes. Me complace, por lo tanto,  aprovechar esta oportunidad para desearos una celebración serena y fructífera del Ramadán.

Nuestras religiones nos invitan a "a permanecer anclados en los valores de la paz; a sostener los valores del conocimiento recíproco, de la fraternidad humana y de la convivencia común; a restablecer la sabiduría, la justicia y la caridad" (ver Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia  Común, Abu Dhabi, 4 de febrero de 2019).

Nosotros, los musulmanes y los cristianos, estamos llamados a abrirnos a los demás, conociéndolos y reconociéndolos como hermanos y hermanas. De esta manera, podemos derribar los muros levantados por el miedo y la ignorancia y tratar juntos de construir puentes de amistad que son fundamentales para el bien de toda la humanidad. Cultivamos así en nuestras familias y en nuestras instituciones políticas, civiles y religiosas, una nueva forma de vida en la que se rechaza la violencia y se respeta a la persona humana.

Se nos exhorta, pues, a proseguir la cultura del diálogo como  medio de cooperación y como método para aumentar el conocimiento mutuo. En este contexto, recuerdo que el Papa Francisco, durante su visita a El Cairo, destacó tres pautas fundamentales para perseguir el diálogo y el conocimiento entre personas de diferentes religiones: " el deber de la identidad, la valentía de la alteridad y la sinceridad de las intenciones"."(Discurso a los participantes en la Conferencia Internacional por la Paz, Centro de Conferencias Al-Azhar, 28 de abril de 2017).

Para respetar la diversidad, el diálogo debe buscar promover el derecho a la vida de todas las personas, la integridad física y las libertades fundamentales, como la libertad de conciencia, de pensamiento, de expresión y de religión. Esto incluye la libertad de vivir de acuerdo con las convicciones propias, tanto en el ámbito privado como en el público. De ese modo, los cristianos y los musulmanes, como hermanos y hermanas, pueden trabajar juntos por el bien común.

Deseo que el gesto y el mensaje de la fraternidad tengan eco en los corazones de todos aquellos que ocupan cargos de autoridad en los sectores de la vida social y civil de toda la familia humana, y nos lleven  a todos a poner en práctica, no simplemente una actitud de tolerancia sino una convivencia verdadera y pacífica.

Con un cordial saludo fraternal, una renovada estima por nuestra amistad y en nombre del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, expreso mis sinceros deseos de un mes fructífero de Ramadán y de un gozoso 'Id al-Fitr.

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