Juan Vicente Boo y Austen Ivereigh analizan en RD el viaje a Irak y los ocho años de pontificado "Para Francisco, las resistencias no son un freno, son un empuje”

“Le dije al Papa Francisco, no se deje frenar por las resistencias y él me dijo: Las resistencias no son un freno, son un empuje”. La confesión del corresponsal de ABC en el Vaticano, Juan Vicente Boo, bien sirve para ejemplificar la relevancia del pontificado de Jorge Mario Bergoglio, que en estos momentos viaja camino de Irak, en su primer viaje tras el impacto de la pandemia y pocos días antes de que se cumplan ocho años de su elección como Papa de Roma.

Boo, junto al biógrafo de Francisco, Austen Ivereigh, protagonizaron un sugerente coloquio dentro de los Jueves de RD, que sirvió como aperitivo para el histórico viaje que viviremos, al minuto, desde nuestra web. Con el patrocinio del sector de Instituciones Religiosas del Banco Sabadell y el apoyo técnico de Católicos en Red, conversamos sobre las claves del viaje papal, las razones por las que Francisco decidió, contra viento y marea, mantener la visita a Irak, y las grandes claves de un pontificado que, como señaló Ivereigh, “está plenamente en vigor”.

Súper recomendable conversación-entrevista https://t.co/0yv2DGDpRU como un marco introductorio al #ViajeApostólico#Irak@Pontifex_es con @austeni siempre c/ sello fino y característico sobre el Papa y la sensibilidad y experiencia d @juanvicenteboo Gran acierto d @ReligionDigitpic.twitter.com/5jINgbau5q

— Geheimnisvoll (@Unbeirrbarkeit) March 5, 2021

El diálogo entre estas dos vacas sagradas de la información vaticana tuvo el preludio de nuestro corresponsal en el Vaticano, Hernán Reyes Alcaide, quien en estos momentos viaja con el Papa hacia Irak, y quien trazó los tres grandes ejes de la visita: el diálogo interreligioso y los puentes con el Islam, el apoyo a los cristianos y las minorías perseguidas y la promoción de la paz en el país, y en todo Medio Oriente.

Alianza religiosa con Al Sistani

“Es una de las visitas que podrían abrir puertas, hacer algún bien, señaló Austen Ivereigh, quien apuntó que Francisco “puede contribuir a la construcción de esa nación”. El periodista británico destacó su encuentro con Al Sistani, que de alguna manera completa la “alianza religiosa” que ya comenzó con el imán Al Tayeb. Las dos máximas autoridades de chiítas y sunnitas, junto con el Papa, para volver a decir que el extremismo “no es propio de ninguna religión”.

#JuevesRD@juanvicenteboo: La línea en la que está Francisco es la del Concilio Vaticano II.

— Religión Digital (@ReligionDigit) March 4, 2021

Juan Vicente Boo, por su parte, insistió en que “el encuentro es el mensaje”. “Que Al Sistani y el Papa hayan querido verse es muy importante”, recalcó el corresponsal de ABC en el Vaticano, quien recordó cómo Juan Pablo II ya quiso ir a Ur en 1999, encontrándose con las resistencias de EE.UU. y Reino Unido primero, y después una instrumentalización por parte de Sadam Hussein.

Un viaje pensado, pero arriesgado

¿Hay riesgos en este viaje? La amenaza del Estado Islámico es persistente. ¿Es Bergoglio el único que quiere viajar a Irak, desoyendo a las autoridades, que quisieron disuadirle? “Él ha estudiado bien el tema, ha sopesado los riesgos y ha decidido ir”, respondió Ivereigh, quien reconoció que existe “la amenaza real” de un atentado contra el Papa. “Pero esa es otra forma que tiene Francisco de identificarse con el pueblo iraquí, que todos los días sufre esa amenaza”.

Un Papa que viajará, por primera vez en coche blindado, con poco público -apenas 450 en total, apuntó Boo, “pero el Papa sabe que le van a ver cientos de millones en todo el planeta”-, y con la seguridad reforzada. Por la violencia, pero también por el desarrollo de la pandemia. “Irak ha estado en su corazón desde hace tiempo”, añadió Ivereigh.

Ambos subrayaron que este tipo de viajes se preparan minuciosamente, y dejan huella. “Y este viaje ha sido muy bien preparado. Francisco vio la oportunidad, y creo que con cierta valentía y contra bastante resistencia, insistió en llevarlo adelante”.

#JuevesRD@austeni: Yo veo el comienzo de una nueva misión con este viaje. Su misión es ayudar al pueblo a transitar este periodo.

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“La pandemia es un desastre, pero ha simplificado los problemas de seguridad”, explicó el corresponsal de ABC, quien buscó las raíces del ‘programa’ del Papa en el Concilio Vaticano II, que ya proclamaba la fraternidad humana. “Esto también va a dar mucha confianza a los miles y miles de cristianos iraquíes, que tuvieron que salir de su país y que están en su mayor parte, en campos de refugiados, en Jordania sobre todo (…). Tienen historias sangrientas, recuerdo de muertes y sufrimiento, y tienen miedo de volver. Y con su visita el Papa servirá de aliento, de confianza”, apostilló Ivereigh.

Y es que, como añadió Boo, “la gran mayoría de las víctimas del terrorismo islámico son los propios musulmanes”. “Desde hace bastantes días, en las mezquitas de Bagdad, se está rezando por el Papa, ‘Papa de los cristianos, y Papa de los musulmanes’”, algo que ambos coincidieron en calificar de emocionante, y un signo de que la fraternidad universal es posible, incluso en el antiguo bastión del Califato.

Fraternidad compartida

“Utilizar el sufrimiento compartido como revelación de la fraternidad compartida. Cuando nos damos cuenta de que somos hijos del mismo Dios. Este argumento también sirve para la pandemia, y para la historia sangrienta de Irak, lo que da una oportunidad para lanzar ese mensaje de universalidad: será tremendo escuchar ese mensaje”, profetizó el biógrafo papal.

La visita a Ur demuestra, añadió Boo, que “todos somos hijos de Irak, de alguna manera”. La patria de Abraham, padre común del monoteísmo. “Este viaje también será ocasión para viajar a las fuentes de la fe, y reconocer la religión como fuente de paz, y no de violencia”.

Ocho años de pontificado

Pocos días después de su regreso de Irak, Francisco cumplirá ocho años como Papa de Roma. ¿Estamos ante el final de un pontificado? Ivereigh lo niega. Rotundamente. “Con la pandemia, Francisco nos ha demostrado que vamos a ser diferentes después, y que no hay marcha atrás en la construcción de una fraternidad humana. Su misión, ahora, es ayudar a transitar este período”.

Y es que, añadió el periodista británico, Francisco ve esta crisis como “una oportunidad de implementar varias reformas, que ha ido muy pacientemente durante años. Este 2021 vamos a ver la reforma de la Curia, vamos a ver una renovación. Pero el gran logro para mí del Papa a la Iglesia del nuevo milenio es la sinodalidad, el impulso que ha dado a la idea de Iglesia como asamblea del Pueblo de Dios… Es un cambio muy radical, es una recuperación de algo perdido, y va a cambiar la Iglesia del futuro. El sínodo de obispos sobre sinodalidad de 2022 es el momento donde podrá mirar para atrás y ver el camino recorrido”, profetizó Ivereigh. “Este es un pontificado en pleno vigor”.

Boo destacó cómo, en los últimos tiempos, “ha cambiado la actitud de Francisco sobre el futuro”. Así, mientras durante los primeros viajes de su pontificado “le preguntábamos al Papa si pensaba dimitir igual que Benedicto, y nos decía que sí, que tenía la corazonada de que su pontificado sería corto”, lo cierto es que “desarrolla cada día una agenda que no parece propia de alguien con 80 años, sino de dos personas de cuarenta”. “Nos agota a todos”, confesó.

El vaticanista de ABC recuperó la idea de Ivereigh acerca de la importancia de la sinodalidad. “Él va a hacer una reforma más inteligente: primero una reforma de la cultura, luego de las estructuras y después de las personas. Francisco mira a largo plazo, es más importante iniciar procesos que controlar espacios. El énfasis en la sinodalidad crea mecanismos que permiten a la Iglesia adaptarse mucho mejor a lo que necesita en cada momento”.

#JuevesRD@juanvicenteboo: Este viaje con sus amenazas, que son reales, es una forma de expresar que él (Papa Francisco) se siente parte de ellos. Es una forma de sintonizar con el pueblo iraquí.

— Religión Digital (@ReligionDigit) March 4, 2021

¿Pueden los críticos frenar este impulso? Boo no lo cree. “Soy optimista aunque conozco esas resistencias. Había resistencias de los viejos burócratas, que les decían al Papa cómo tenia que portarse. Pero al primer mes el Papa creó una auditoría permanente para la curia vaticana, con el G-9, al tiempo que elaboraba reformas en la economía y los medios de comunicación”, explicó. Después, llegaron Trump o Bolsonaro, que intentaron -y lograron de algún modo- frenar algunos cambios, como la política de acercamiento entre EEUU y Cuba, el proceso de paz en Colombia o el Acuerdo de París. “Bolsonaro llegó a enviar un emisario para impedir el Sínodo de la Amazonía, porque lo consideraba una intromisión en la política brasileña…pero al fina todos acaban cansándose”. Algunos sigue, como Bannon y su “escuela de gladiadores”, que buscaban crear un “contravaticano” con el apoyo de “viejos cardenales de la Curia”. Pero nada parece afectar al Papa.

“Las resistencias no son un freno, son un empuje”, respondió Bergoglio a Boo. “Cada vez que él encuentra una resistencia, pedalea con más fuerza. Y la pandemia le ha vigorizado. Sabe que es el momento en que tiene que dar todo de sí, y con un enfoque mucho más universal y profundo”.

La mayoría de los electores los ha nombrado Francisco. Tienen un perfil muy distinto al colegio que lo eligió a él. Hay que ver a quién pueden elegir cardenales de lugares que muchas personas que provienen de lugares que no ubicamos en el mapa

¿Y el futuro? ¿Qué ocurrirá cuando Bergoglio no esté? “La estrategia de viejos sectores curiales es quemar candidatos. Es preferible mirar, para prever lo que puede ocurrir, mirar al colegio de cardenales”, explicó Juan Vicente. “La mayoría de los electores los ha nombrado Francisco. Tienen un perfil muy distinto al colegio que lo eligió a él. Hay que ver a quién pueden elegir cardenales de lugares que muchas personas que provienen de lugares que no ubicamos en el mapa”. Aunque, para otro cónclave, quede mucho tiempo. Si Dios quiere.