La pandemia obliga a cancelar la tradicional ceremonia el domingo del Bautismo del Señor Este año no habrá bautizos en la Capilla Sixtina

Era uno de los acontecimientos más emotivos de la Navidad en el Vaticano. El primer domingo después de Reyes, fiesta del Bautismo de Jesús, la Capilla Sixtina se llenaba de llantos, risas, mocos y pañales cambiados. Era una cita divertida, en la que el Papa se mostraba más cercano que nunca. Este año, debido al avance de la pandemia, la Santa Sede acaba de anunciar que no se llevarán a cabo los bautizos de hijos del personal del Vaticano.

"Debido a la situación sanitaria, como medida de precaución, este año no se celebrará el tradicional bautismo de los niños presidido por el Santo Padre en la Capilla Sixtina, el domingo del Bautismo del Señor", informa una breve nota de la Sala Stampa. "Los bautismos se celebrarán en las respectivas parroquias de pertenencia", concluye.

La jornada, cancelada por las restricciones impuestas por el coronavirus, era especialmente importante para Francisco, en la que hablaba 'a braccio' y agradecía la vida de los pequeños y el papel de las familias, hasta el punto de pedir a las madres que no tuvieran miedo de dar el pecho a sus hijos si era necesario, y que no evitasen los llantos de los niños y niñas. 

Precisamente, al día siguiente se prevé que comiencen las vacunaciones en el Estado vaticano, que podría convertirse en el primer país del mundo en alcanzar la inmunidad de rebaño. Y es que la Santa Sede ha adquirido unas diez mil dosis, más que suficientes para vacunar a los habitantes del pequeño estado y a los trabajadores vaticanos. Francisco -o, tal vez, Benedicto XVI- podría ser el primero en vacunarse.