El 27 de abril, el cardenal será preguntado por Cecilia Marogna, su polémica colaboradora La esperada declaración de Becciu, aplazada por 'indisposición de sus abogados'

Marogna y Becciu
Marogna y Becciu

El Tribunal del Vaticano aplazó hoy al 27 de abril la nueva declaración del cardenal Angelo Becciu, imputado con otras nueve personas por supuestas irregularidades financieras

Francisco eximió al purpurado de su obligación de guardar silencio sobre el rol de su colaboradora, la asesora Cecilia Marogna, a la que encargó presuntamente labores de diplomacia

En la vista de este martes testificó, entre otros, el suizo Brülhart, que defendió su inocencia y aseguró haber siempre informado de sus acciones al frente del ente de control financiero a sus superiores

El Tribunal del Vaticano aplazó hoy al 27 de abril la nueva declaración del cardenal Angelo Becciu, imputado con otras nueve personas por supuestas irregularidades financieras

El purpurado debía declarar nuevamente el próximo jueves 7 de abril pero se ha tenido que posponer por "indisposición de sus abogados", según se supo en la audiencia de este martes.

El juicio trata de esclarecer algunas irregularidades en la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado, de la que Becciu era el número dos.

En concreto se centra en una operación de compraventa de un edificio en el centro de Londres que el Vaticano considera una estafa: empezó costando a sus arcas una cantidad estimada de 175 millones de euros y acabó granjeando perdidas por 227 millones.

Al inicio de la investigación, el papa Francisco retiró todos los derechos cardenalicios a Becciu y le apartó de su cargo como prefecto de la Congregación para la Causas de Los Santos, aunque él siempre ha insistido en su inocencia.

En la próxima audiencia, el 27 de abril, el cardenal será preguntado por el papel de la única mujer imputada, la asesora Cecilia Marogna, a la que encargó presuntamente labores de diplomacia.

En una vista el pasado 17 de marzo el purpurado se negó a hablar sobre esta antigua colaboradora escudándose en el "secreto pontificio" que custodia los temas más importantes de la Santa Sede.

No obstante el papa Francisco le ha eximido de esta obligación para que pueda declarar el rol de Marogna, que presuntamente gastó en lujos grandes sumas de dinero vaticano a cambio de labores de inteligencia y diplomáticas nunca aclaradas.

La empresaria, natural de Cerdeña como Becciu, se había presentado al purpurado, en su momento adjunto en la Secretaría de Estado, como experta en política exterior y este le encargó una red de protección de algunas nunciaturas, según filtró la prensa.

Además del cardenal y Marogna, están imputados el bróker Gianluigi Torzi; Enrico Crasso, financiero de referencia de la Secretaría de Estado, así como el expresidente y el exdirector de la Autoridad de Información Financiera (AIF), René Brülhart y Tommaso Di Ruzza, respectivamente.

También Mauro Carlino, exsecretario de Becciu; el banquero Raffaele Mincione, el abogado Nicola Squillace y el funcionario de la Santa Sede Fabrizio Tirabassi.

En la vista de este martes testificó, entre otros, el suizo Brülhart, que defendió su inocencia y aseguró haber siempre informado de sus acciones al frente del ente de control financiero a sus superiores.

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