El cardenal Parolin, en el congreso de reconocimiento a los 40 años del hospital vaticano "El hospital del Papa, cuatro décadas de investigación y atención, empeño, inteligencia y pasión"

Congreso sobre La investigación para la cura
Congreso sobre La investigación para la cura

El cardenal secretario de Estado intervino en el congreso promovido con motivo de los 40 años del reconocimiento del hospital vaticano como Instituto de Hospitalización y Tratamiento de Carácter Científico, y reafirmó que los valores de la investigación y de la atención forman parte “de una misma vocación” en apoyo a la vida. Su presidente, Tiziano Onesti, habló de 31 jóvenes palestinos atendidos junto a sus familias

(Vatican News).- Cura e investigación son ambas “vías de una misma vocación” al servicio de la vida, una responsabilidad que “une la ética, la ciencia y la solidaridad” en un lugar que no se distingue sólo por su “sí” a la investigación, sino también porque no dice “no” a nadie y siempre encuentra la manera de acoger a quien llama, incluso desde lugares lejanos, sobre todo si están marcados por la pobreza o los conflictos.

Así sintetizó el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin,la misión del Hospital Pediátrico Bambino Gesù, durante su intervención del martes 28 de octubre, en la sede de via Baldelli, en el barrio romano de San Pablo.

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Ciencia y humanidad caminan juntas

El purpurado participó en el congreso sobre el tema “La investigación para la cura”, promovido con ocasión de los 40 años del reconocimiento del “hospital del Papa” como Instituto de Hospitalización y Tratamiento de Carácter Científico, en 1985. Cuatro décadas, subrayó Parolin, “de investigación y atención, empeño, inteligencia y pasión, durante las cuales la ciencia y la humanidad han caminado juntas al servicio de los niños y de sus familias”.

La intervención del cardenal Parolin

La compasión en el cuidado de los enfermos

El cardenal recordó cómo en la reciente exhortación apostólica de León XIV, Dilexi te, se insiste en la compasión cristiana manifestada a lo largo del tiempo de modo particular en la atención a los enfermos y a los que sufren. La tradición de visitar a los enfermos y asistirlos, consolando sus dolores, “no es sólo un gesto de filantropía – aclaró – sino una misión eclesial, a través de la cual, en los enfermos, la Iglesia toca la carne sufriente de Cristo”.

Una “herencia de cuidado” que continúa en los hospitales católicos, y por tanto también en el Bambino Gesù, donde “la presencia cristiana junto a los enfermos recuerda que la salvación no es una idea abstracta, sino una acción concreta”. Y donde esta misión se realiza también mediante la investigación.

Resultados de una tecnología usada éticamente

Sobre el tema, el secretario de Estado reiteró lo que dijo León XIV a los participantes en la Escuela de Verano de Astrofísica, a quienes recibió en audiencia en junio pasado, acerca de la importancia de compartir el saber, base de la investigación científica moderna. Los grandes logros, subrayó, provienen “del trabajo en equipo, de la tecnología utilizada de manera ética” y de la multiplicación de las “huellas de conocimiento a nuestro alrededor”.

Los resultados del Bambino Gesù

Y de huellas, en el Bambino Gesù, se han dejado muchas, desde el primer trasplante pediátrico de corazón en Italia, en 1986, hasta la primera terapia génica para tumores sólidos en el 2018, pasando por todos los logros en muchos ámbitos, hasta llegar al laboratorio de terapia génica que se inaugura hoy y que representa un importante paso adelante en la investigación y el tratamiento de las enfermedades oncohematológicas e inmunológicas pediátricas.

Los rostros detrás de los objetivos alcanzados

Detrás de cada meta lograda, señaló Parolin, hay “personas, historias, rostros, niños y familias con nuevas esperanzas, investigadores y médicos que encuentran soluciones, grupos interdisciplinarios que han transformado los procesos de atención”.

Del cardenal llegó la invitación a no detenerse “ante las dificultades o las preguntas que plantean las enfermedades raras o las condiciones clínicas graves”, sino a afrontarlas “con valentía y tenacidad, buscando siempre una respuesta”.

Recordó luego el episodio evangélico de la curación del paralítico de Cafarnaúm, bajado por el techo para poder encontrarse con Jesús, como metáfora de la investigación científica, capaz de “buscar un camino donde no lo hay, encontrar un paso donde los demás ven un límite”.

La encomienda a san Pier Giorgio Frassati

El purpurado destacó además la capacidad del hospital pediátrico de “permanecer al lado y acompañar”, uniendo “ciencia y caridad, fe e inteligencia, investigación y atención”, para testimoniar que cada niño, cada persona que sufre, es “el rostro de Cristo que hay que acoger y amar”. Finalmente, la encomienda a san Pier Giorgio Frassati – joven turinés vinculado a la familia Salviati, fundadora del hospital en 1869 – para poner “nuestra salud al servicio de quienes no la tienen”.

Un momento del congreso

Sostenibilidad y universalidad

El presidente del Bambino Gesù, Tiziano Onesti, habló de “responsabilidad” en sentido amplio, insistiendo en la sostenibilidad, “para que no haya desperdicios”, y en la universalidad, “para que los cuidados, sin olvidar la vinculación con la ciudad y el país, se ofrezcan a todos”.

El presidente explicó que actualmente el hospital acoge a tres jóvenes palestinos, uno en la sede del Janículo y dos en Palidoro: “Llegarán tres más esta semana, en total hemos atendido a 31, y los estamos tratando”.

Se trata de “casos de alta complejidad, porque obviamente en esa zona, en ese teatro de guerra, ya no hay hospitales ni cuidados. Por eso continuamos con responsabilidad brindando acogida no solo a los niños, sino también a sus familias”. Sin reducir todo “a números y prestaciones”, el compromiso es que la investigación no genere solo “intercambios de conocimiento, sino puentes de solidaridad”, en un horizonte capaz de devolver “dignidad y confianza”.

Brindan cuidados "que antes no existían"

Sobre cómo ha cambiado el mundo de la investigación en las últimas décadas se detuvo Andrea Onetti Muda, director científico del hospital: “El mundo de la pediatría era muy diferente al que conocemos hoy y las posibilidades terapéuticas eran limitadas, la investigación no estaba muy integrada con la clínica y las tecnologías eran apenas rudimentarias”.

Sin embargo, ya entonces existía “una pequeña semilla que germinaba: había una visión, la de unir el cuidado de los más frágiles con la fuerza de la investigación científica”.

Una visión que se hizo realidad, porque desde entonces “muchas familias han podido mirar al futuro con esperanza” y decenas de miles de niños “han recibido en nuestro hospital cuidados que antes no existían”, junto con el juego y la sonrisa que la enfermedad les había arrebatado.

Innovar en lo cotidiano

El ministro de Salud italiano, Orazio Schillaci, recordó la peculiaridad de los Institutos de hospitalización y tratamiento con carácter científico, estructuras en las que “investigación y asistencia se fusionan, permitiendo que la medicina dé grandes pasos adelante”.

Reconoció asimismo que el Bambino Gesùse ha destacado, en el panorama nacional e internacional, “gracias a la capacidad de aplicar la innovación de manera cotidiana sobre una sólida cultura de investigación, y a la disponibilidad de las mejores competencias profesionales. Todo ello – añadió – siempre manteniendo alta la atención hacia la ética y la relación de cuidado”.

Inversión "ética" para un cuidado "sin fronteras"

Le hizo eco el presidente de la Región Lacio, Francesco Rocca, prometiendo apoyo a los centros que, como el Bambino Gesù, son “un referente para las familias”.

Se trata, dijo, de una verdadera “inversión ética” en una estructura que cuida “sin fronteras”, incluso a niños provenientes de territorios donde la infancia está bajo ataque, garantizándoles respeto y protección, y posicionándose como un verdadero “patrimonio de la humanidad”.

"Niños, familia y vida"

El alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, definió el hospital como “uno de los motores que hace única a nuestra ciudad”, vinculándolo “a los valores más preciados: los niños, la familia y la vida”. En el marco de una mesa redonda, investigadores e investigadoras presentaron proyectos de estudio sobre genética funcional, sobre la “firma inflamatoria” en el ámbito reumatológico, sobre medicina regenerativa y la impresión tridimensional, y sobre el uso innovador de la máquina de perfusión extracorpórea.

El nuevo laboratorio de terapia génica

Al final del encuentro fue posible visitar el nuevo laboratorio de terapia génica, instalado en un espacio de 700 metros cuadrados, en el que se desarrollan fármacos celulares genéticamente modificados para ser producidos en el taller adyacente del hospital, así como aplicaciones de estudios clínicos innovadores en diversas enfermedades oncológicas pediátricas, en un constante vínculo entre el ámbito clínico y la investigación.

El nuevo laboratorio de terapia génica

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