La Limosnería Vaticana vuelve a casa... por Navidad
Un centenar de personas en dificultad, incluidos algunos sin techo, pudieron recibir una comida caliente, una palabra amable y una mirada llena de cuidado y atención merced al trabajo de Krajewski y la comunidad de Sant'Egidio
(Vatican News).- El sabor de la acogida, el aroma de la esperanza, la bondad de la caridad: estos han sido los “ingredientes” del almuerzo de Navidad celebrado esta mañana, 25 de diciembre, en el Palazzo Migliori, el centro de acogida gestionado por la Comunidad de Sant’Egidio con la contribución de la Limosnería Apostólica.
En la solemnidad del Nacimiento del Señor y en el Año Santo de la Esperanza, cerca de un centenar de personas en dificultad, incluidos algunos sin techo, pudieron recibir una comida caliente, una palabra amable y una mirada llena de cuidado y atención. A todos ellos, así como a los diversos voluntarios presentes, el cardenal Konrad Krajewski, limosnero del Papa, dirigió su saludo:
“Damos gracias al Señor que quiere estar con nosotros. Nuestro trabajo es estar con Él, no alejarnos. Pero, sobre todo, oremos por la paz, que verdaderamente hoy falta tanto en el mundo”.
El purpurado también recordó que “la paz comienza en nosotros, en nuestro corazón, en nuestra vida y en nuestro testimonio”. De ahí —siguiendo la línea de lo dicho poco antes por el Papa León XIV durante el mensaje Urbi et Orbi— la invitación a rezar “especialmente por quienes viven en Gaza, en Ucrania, por tantos países, sobre todo en África, y por todos los que están solos en el día de hoy”.
“Recemos juntos pidiendo la intercesión de la Virgen. Ella sabe lo que significa gozar y sufrir”, añadió el cardenal. Finalmente, agradeció a los numerosos voluntarios “que hoy no están con sus familias, sino que están con nosotros, y de este modo nosotros nos convertimos en su familia”.
Esperanza y caridad
Tras la oración introductoria del cardenal limosnero, en las mesas preparadas con manteles rojos y platos navideños, los invitados disfrutaron de varios platos del menú: lasaña, pastel de carne con puré, fruta de estación, pandoro y panetón. Hombres y mujeres jóvenes y mayores, provenientes de lugares y países cercanos y lejanos, pero todos unidos por el hilo de la esperanza y la caridad.
